Barrios peligrosos (libre)

Agradezco en silencio lo que hace con el brazalate, pero sin terminar de creerme sus palabras. Sé a la perfección que no se encuentra bien. Observo como hace algo para que el aire nos dure más, aún así sé que no estamos en la mejor situación de todas. Decidida a hacer algo para solucionarlo, me muevo de tal forma que termino sentada junto a él.

-Date la vuelta.- le ordenó, quitándome el pañuelo que he llevado en la garganta hasta ahora.- Habrá que proteger un poco la herida.

Sin esperar a que él empiece el movimiento, le ayudo a girarse y le subo la camiseta lo suficiente como para ver la herida. Sangrante y manchada de barro. El aspecto no es demasiado bueno.

Tomando aire y sin dejar que la visión de la herida me traumatice, retiro con el pañuelo parte de la sangre y de la suciedad, antes de comenzar a colocárselo con fuerza para que la sangre deje de brotar. Mis conocimientos sobre los primeros auxilios son nulos, pero creo que esto bastará por el momento.

Siento su toque en mi espalda realmente trata de detener mi herida, por alguna razon me averguenso de todos mi tatuajes que son ahora claramente visibles ante ella. A lo largo de los ultimos seis años me he puesto tatuajes con sinbolos para ayudarme, pero en este momento me siento algo tonto por ellos este luar esta oscuro totalmente se que no puede verlos pero me averguenso un poco de ellos, al menos con el monton de mis cicatrises no se notaran para nada, mucho menos en la oscuridad del lugar, su toque de alguna forma me ranquilisa, podemos escuchar un monton de pasos fuera del escondite. con bastante claridad, deben seguir buscandonos. Dios mi herida cada ves esta pero, tomo la hevila de mi cinturon y la sostengo en mi manos.

-Tome, sostenla por favor- le digo a alex, mientros se la paso sobre mi cabesa. Tomo la hevilla de metal con mi mano y me concentro en acelerar sus moleculas de hierro lo suficiente, para poder calentarlo al punto del rojo vivo, es lo unico visible en la oscuridad.

-Ten cuidado esta demasiado caliente, ahora por favor, toma la punta y pasalo por la herida para cauterizarla por favor- le digo mientras espero que lo haga.

Miro aterrorizada la hebilla que me tiende. Mi pulso tiembla cuando la cojo, preguntándome si de verdad voy a ser capaz de hacerlo. Porque sinceramente sé que va a ser doloroso, por no llamarlo de otra manera. Empleando la luz del metal incandescente, observo la herida con mayor facilidad. Cada vez se está poniendo peor y sé que debo hacerlo, pero mi subconsciente me está fallando: no quiero hacerle daño.

La multitud de cricatrices que recorren el cuerpo de Neftali me produce otro escalofrío. Muy acostumbrado debe de estar a ese tipo de cosas.

-Vale, espera.- decido, arrancando un trozo limpio de su camiseta y tendiéndoselo.- Muérdelo para no gritar. Lo voy a hacer rápido, te lo prometo.

Tomando aire, espero a que lo haga. Una vez estoy convencida de lo que voy a hacer, empiezo a contar en voz alta.

-Uno... Dos...- antes de pronunciar el número tres y pillándole por sorpresa, empiezo a deslizar el metal sobre la herida, sintiendo sus músculos tensarse. Coloco mi otra mano contra su espalda, incitándole a mantenerse quieto mientras me apresuro a hacerlo lo más rápido posible.

-uhhhhhhhhhhhhh- es todo lo que pedo decir con mi boca amordasada. Dios realmente duele por mas valiente que quiero mostrarme duele como nada.Siento unas pocas lagriams salir de mis ojos, es mejor llorar que hacer ruido y delatar nuestra hubicacion. Siento que terminode cauterizar mi herida. bueno un problema menos, pronto tendremos que movernos, tomo el iphone de mi bolsillo rayos esta roto. Maldicion. Lo que me faltaba ahora no tengo forma de comunicarme con el mayordomo. Me pregunto por que nunca me ha dicho su nombre. No es momento de pensar en eso. Debo concentrarme en sacarla de aqui a ella.

-Tienes alguna forma de ver la hora- le pregunto mientras ella sigue sujetando mi hombro, es agradable sentir su mano tratando de calmar mi dolor. Aun duele oh rayos.

-Bueno parece que estaremos un tiempo aqui, alguna pregunta que quieras hacer?- le digo sosteniendo el pedaso de su camisa.

Prácticamente tiro su cinturón hacia un lado cuando acabo, intentando controlar el temblor de mis manos. Debo mostrarme calmada si lo que quiero es que él esté tranquilo. Cierto es que ahora la herida estará mejor, pero necesita unos minutos de relajación y tranquilidad para que cicatrice correctamente. Si ahora hace algún movimiento brusco se le volverá a abrir y yo ya no me siento con las fuerzas necesarias para repetir el proceso. El calor, la humedad y el olor a sangre y a piel quemada me estaban mareando.

Cerrando los ojos, apoyé la cabeza contra la pared. Después de esto hasta mi curiosidad ha desaparecido. Aún así, sé que debo saber la verdad sobre lo que está sucediendo para no terminar volviéndome loca. Sacando el móvil del bolsillo de mis vaqueros, lo enciendo. La luz de la pantalla ilumina repentinamente el pequeño hueco en el que nos encontramo, cegándome durante unos segundos.

-Ya es de madrugada. Las 2 para ser exactos.- le informó, volviéndomelo a guardar. En ese sitio no tengo cobertura.- Explícame todo lo que sepas, por favor.

Rayos ya son las dos si no encontramos donde escondernos durante el dia tendremos problemas, al menos es agradable que la luz de su celular nos ilumine un poco el sucio lugar donde estamos, puedo miarala con mas claridad y veo que ambos estamos hechos un desastre, su pelo esta completamente sucio junto con su ropa, puedo notar el lugar donde corto para amordasarme.

-La verdad no se por que fui atacado por esos tipos pero al menos puedo decrte lo que se- le digo mientras veo lo nerviosa que esta, me le quedo viendo directamente a los ojos y coninuo.

-Lo que se es que existe un grupo muy antiguo, llamados assasins, a diferencia de la creencia popular no eran asecinos a sangre fria tenian reglas muy estricatas y un codigo de honor intachable- tomo un respiro- o al menos eso es lo que se dice.

-Tienen un organizacion bastante secreta, solo se un poco de los rangos bajos, y que en cada continente hay un señor, que digamos es el jefe maximo de ese continente- le digo mientras siento como el dolor se calma un poco.

-Pero se rumorea que en el siglo XVI cambiaron completamente y abandonaron todas sus reglas, lo que los hiso ser completamente desalmados al actuar- le digo recordando todas las veses que los carteles de mexico les contrataron para matarse entre ellos.

-El mayordomo me dijo hace un mes que ha habido rumores que un nuevo señor ha asendido en europa y que es completamente desalmado- le digo mientras ella procesa la informacion.

Escucho atentamente sus palabras, esforzándome por asimilarlas y no parecer demasiado asombrada. Jamás había escuchado hablar de ellos, no entiendo cómo un bando tan peligroso se me ha podido pasar por alto todos estos años de mi vida. Ni siquiera durante mi adolescencia en Estados Unidos había escuchado tal nombre.

-Y ahora te... nos tienen como objetivo.- concluyo, tomando aire y abriendo los ojos para devolverle la mirada.- Fantástico. ¿Qué demonios se supone que debemos hacer ahora? Lo tenemos bastante mal.

Me aparto el pelo de la cara y lo coloco tras mis orejas, intentando pensar con claridad. Rastrearan esa zona hasta que nos encuentren, por lo que tendremos que aprovechar la oscuridad de la noche para escapar. E ir muy lejos. Con suerte no se habrían quedado con nuestros rostros ni conocerían nuestros nombres, pero nuestro aspecto les indicaría que éramos quienes ellos buscaban.

Decidida a hacer algo contra ello, me puse en marcha.

-Vale. Es hora de que intentemos parecer dos personas normales.- decidí, colocándole bien la camiseta para tapar con cuidado la herida.- Peinate como puedas, tendremos que disimular que hemos salido de varias peleas.

Sabiendo que no serviría de mucho, recogí mi pelo en una rápida y alta coleta y me froté las mejillas, con la intención de limpiarlas de toda marca de sangre que pudiese haber en ellas. No podía hacer nada con mi camiseta, así que habría que remediarlo según la marcha.

Tiene razon tenemos que movernos mi herida duele pero esta intacata por ahora.

-BIen esto es lo que vamos a hacer a la cuenta de tres derribare la pared y nos encargaremos de los dos polis de afuera la rapides es esencial- le digo al ponerme de pie y preparandome. Veo como me asiente me parece peculiar que alla elegido ese peinado pero bueno.

-Cuando salgamos al acabarlos, inmediatamente iremos hacia tu coche, entendido.- lde digo mientras ella me aciente.

Salimos de la nada y aacamos cada quien a un de los hombres del callejon, podemos vencerlos sin problemas por que los tomamos por sorpresa, golpeo con fuersa la traque del hombre para dejarlo incosiente. Observo como ella se encarga de su oponente pero no lo acaba tan amablemente.

-BIen vamos hasta tu auto- le digo mientras comensamos a correr hacia su vehiculo. Solo espero que podamos llegar a donde deseo din problemas.

Asiento y le sigo sin ponerle en duda. Encargarnos de los dos hombres que nos esperaban resulta bastante sencillo, por lo que en cuanto acabo con mi oponente, le hago un gesto a Neftali para que me siga hasta el coche. Corriendo, aunque adaptándome al ritmo lento de mi compañero, pasamos por las italianas calles, esquivando los lugares solitarios e internándonos en las calles donde los jóvenes aprovechaban para terminar sus noches de marcha.

Aunque lo hemos intentando, no pasamos del todo desapercibidos. La gente se fija en nosotros, aunque, a primera vista, conseguimos parecer dos personas normales con algo de prisa.

Al cabo de cinco minutos de caminata veo mi coche aparcado justo donde lo dejé. Busco mis llaves en el bolsillo de mis vaqueros y quito la cerradura, apresurándome a coger a Neftali del brazo para animarle a continuar. Se está quedando pálido, la herida es peor de lo que había pensado.

Prácticamente le tiro en el asiento trasero antes de ocupar el asiento del piloto y arrancar. No tengo ni idea de adonde ir, pero me basta con llegar a un sitio lejano donde encontrar un buen lugar discreto en el que sanar definitivamente aquella brecha.

Demonios estoy mas herido de lo que crei. La carrera hacia su coche me canso demasiado, no creo poder durar mucho a este paso. Es reconfortante cuando llego a al parte trasera de su auto, es un coche deportivo algo viejo pero corre como nuevo. Cuando comiensa a discutir me doy cuenta que no tenemos destino. Hay un lugar pero espero que no le moleste aunque a estas alturas no creo que eso pase.

-Escuchame en la siguiente, desviacion tomala y sigue ese camino- ella ase lo que le digo,- ahora gira hacia la derecha- Recuerdo este barrio lo visite hace 5 años cuando comense mi entrenamiento para la magia, era un lugar algo peligroso que era protegido de cualquier criminal por algunas organizaciones criminales que aqui vivian.

-Detente aqui, por favor- le digo señalando el viejo motel, veo como me da una mirada bastante rara- estacionate por favor.- duda un segundo- en serio chica crees que cree todo este problema para meterme en tus pantalones- le digo cuando me bajo del carro para ir al pedir una avitacion. Cuando recibo las llaves.

Me dirijo hacia la habitacion que nos asignaron, el encargado no hacen preguntas en esta zona nadie pregunta nada a nadie.

Miro que ella duda de dejar su automovil. Observo unos niños y les digo- <Ñinos quieren ganar 100 euros> - les digo con mi mejor italiano. Todos ellos me asienten -<BIen lo que tienen que hacer es cuidar el coche y que nada le spase y cada uno resivira 100 euros tenemos un trato>- les digo. Cuando todos asienten. Me acerco a alex que aun sigue en el auto.

-No te preocupes ellos lo cuidaran- le digo señalando a los niños- en este barrio si pagas proteccion no te pasara nada.

Inmediatamente nos dirigimos a la habitacion de motel

Haga lo que haga tengo que fiarme de él. Conoce la zona y parece estar bastante seguro de lo que hace. Por otro lado, también soy consciente de que cada vez está más agotado por la herida, que se le puede volver a abrir en cualquier momento, así que lo mejor será no rechistar por el momento. Le sigo hasta la habitación y, una vez estamos dentro, me apresuro a correr el cerrojo de la puerta y a correr las cortinas.

Luchando contra la oscuridad, enciendo la lámpara de la mesilla de noche y tiro las llaves del coche y el móvil sobre la cama antes de indicarle a Neftali que tome asiento. Lo primero será encontrar un antibiótico para combatir la infección y la fiebre. Le necesito vivo y consciente si quiero que ambos salgamos de allí.

Entro en el pequeño baño privado y rebusco entre los cajones hasta dar con un más que escaso botiquín. Maldita sea, ¿por qué no había cogido el de mi coche? Contentándome con esto, salgo de la estancia y me siento junto a él.

-No soy médico, pero creo que esto te hará sentir mejor.- le informo, cogiendo una de las píldoras y tendiéndosela.- Creo que podemos estar aquí unas horas, nadie nos ha seguido.

No estoy segura de ello, pero no me queda otra más que fiarme de mi instinto. Suspirando, me incorporo y me acerco hasta uno de los vasos vacios del minibar. Distraidamente, hago que una buena cantidad de agua limpia y fresca se materialice en su interior y se lo tiendo a Neftali.

Me duele la cabeza y mis piernas tiemblan por el esfuerzo que han hecho. No sé cuánto más aguantaré con este estado de tensión. Sin pensármelo mucho, entro de nuevo en el baño y abro el grifo del lavabo. Me limpio la cara con lentitud y después me la seco con la áspera toalla. Más o menos vuelvo a ser yo misma. Quitándome la tirante e incómoda coleta, mojo mi pelo y lo limpio como puedo con el escaso jabón antes de aclararlo y volver a secarlo con la misma toalla.

Necesito dormir un día entero.

Agradesco inmensamente su cuidado, le debo mucho a alex. Hanbos nesecitasmos descansar pronto o no podremos seguir adelante, dios nesecito ropa nueva y un baño largo. MIentras ella esta en el baño salgo a las calles unos minutos, encuentro un joven y le digo- <Sabes, donde puedo conseguir algo de ropa>- sigo las instrucciones del joven y compro un pantalon nuevo de mesclilla y una camiseta algo vieja de metallica, rayos no tengo idea que comparle a ella. Asi que seleccion unas 7 camisetas y blusas, y unos 4 pantalones de mesclilla para mujer.

Cuando llego al hotel le pongo la ropa y la coloco en la cama, ahora que lo pienso rayos solo hay un cama. Ya pensare en eso despues. Veo que sigue en el baño, demonios me muero de hambre, por suerte puedo pedir algo de comer aqui. Tomo el telefono y pido una pizza pequeña para ella y una estra grande para mi.

-Que pizza te gustaria?- le digo atraves de la puerta.

Cuando pido las pizzas espero en el motel un poco, ella sigue en el baño de verdad deve estar cansada. Yo tasmbien estoy casis en mi humbral, la verdad la herida me ha dañado mucho. Pero debo poner las coas en orden en mi cabesa, lo primero es descansar y comer, luego conseguir armas, y despues descubrir que rayos esta pasando.

Recibo las pizzas cuando llegan junto con las bebidas, le pago al repartidor y le doy 200 euros para decir que le robaron las pizzas o algo asi. solo que no diga que nos vio. En ese momento ella sale del baño.

-Espero que te guste la pizza- le digo.

Me siento renovada cuando al fin me doy por satisfecha con mi trabajo y salgo del baño para encontrarme con que un delicioso aroma a pizza recién hecha se ha apoderado de la habitación. Mi estómago suena en señal de conformidad con el plato seleccionado y me apresuro a sentarme sobre la cómoda cama, mirando con deseo mi pizza.

-Ahora sí que no me arrepiento de haberte sanado la herida.- ironizo, tomando la primera porción y esperando a que él hiciese lo mismo.- Si te acabas esa inmensidad, vas a pasarte otro día más en cama para hacer la digestión.- le advierto, sin poder evitar sonreír.

Ahora que el miedo y la suciedad se han ido, me siento mejor, contenta de haber salido con vida de esta y con unas terribles ganas de acabar mi pizza y echarme a dormir durante horas. Sin embargo, sé que no podemos estar allí para siempre. Tenemos que movernos, hacer un plan. Cualquier cosa para esquivar a los assesin.

-¿Tienes alguna idea de dónde podríamos sacar información sobre ellos? No sé por qué, pero me temo que esos hombres no se cruzaron por casualidad en tu camino en ese bar.- murmuro, encogiéndome de hombros para denotar mi inseguridad.

Agradesco enormemente que la pizza sea de su agrado, la observo unos segundos parece que ya se ha limpiado toda la suciedad que obtuvo en las ultimas horas. La miro mientras se sienta en la cama y toma su pizza para comerla.

-Es bueno saber que tu ayuda fue completamente desinteresada- le digo con sarcasmo, mientras tomo una porcion de mi propia pizza.- creeme eso no seara un problema- le digo mientras como un poco, continuamos comiendo en silencio, asta que rompe el silencio con su pregunta.

-Yo tampoco creo que haya sido casuaidad, pero no tengo idea que quieran de mi, dineron no podran obtener- le digo mientras sigo comiendo mi pizza. Seguimos comiendo en silencio mientras estoy en los ultimos 2 pedasos de mi pizza puedo ver su mirada atonita de no creer que pueda comer tanto, como lo hago yo. Antes de terminar mi ultima rebanada de pizza me doy cuenta de como apesto por todo el ajetreo del dia de hoy.

-Consegui algo de ropa, elije la que mas te guste y cambiate por favor- le digo mientras me pongo de pie. Maldicion la herida aun duele. Y camino hacia el baño.

Me acerco al lavavo y miro mi aspecto demacrado y sucio, parece que acabo de volver de la guerra, vueno tecnicamente me acabo de meter en una. Me acerco a la ducha y abro el agua de la regadera, espero a que este caliente, mientras me desvisto es un largo dia y no se que pasara, al menos encarare lo que pase limpio y con el estomago lleno.

Siento como el agua limpia mis erida, observo como el agua se enpiesa a llenar con mi sangre seca, es relajante poder tranquilisarme un poco al menos.

Intento meditar mientras acabo con mi cena en los motivos que pueden tener para estar interesados en él. Aunque, si lo pienso bien, ¿cómo lo voy a saber si apenas le conozco? Puede estar escondiéndome cualquier cosa, aunque eso ahora mismo no me importaba demasiado.

Cuando me habla de la ropa siento el impulso de agradecérselo de rodillas, pero me contengo mientras le veo encerrarse en el baño y me apresuro a tomar una camiseta y unos pantalones que parecen ser demi talla. Sintiéndome completamente renovada por la limpieza y el estómago lleno. Siento el impulso de echarme a dormir, pero sé que no podemos permitirnos ese lujo.

Esperando a que acabe con el baño, me recuesto sobre la cama, apoyando la espalda contra la pared y cierro los ojos, dejando que mis músculos se relajen mientras escucho el agua caer en la habitación contigua. Mis planes han cambiado. Ahora no tengo claro dónde voy a acabar, pero lo que más me importa es averiguar lo que quieren esos hombres. Porque si me he convertido en su objetivo junto a mi nuevo acompañante, quiero que sea por una buena razón.

El baño literalmente me trajo a la vida, la verdad me siento mucho mejor, salgo del baño y veo que ella esta recostada sobre la cama, parece que realmente, esta cansada por todo lo ocurrido es normal tambien estaria asi si no fuera por que pude comer algo.

-Deberias dormir un poco estamos seguros por ahora- le digo mientras tomo una camiseta de manga larga y un pantalon. Camino de nuevo al baño para canbiarme. Cuando termino de canbiarme. La encuentro en la misma posicion, realmente se ve agotada.

-Siento averte metido en esto- le digo mientras miro por las cotinas de nuestra avitacion, el barrio donde nos encontramos. Dios realmente ha canbiado en estos ultimos 3 años.

Deseche la opcion de dormir con un movimiento de cabeza. No podia dejarle solo vigilando, al fin y al cabo era él el herido, no yo. Por mucho cansancio que tuviese, debia mantenerme firme. Habia sido entrenada para situaciones para aquella y si ahora me derrumbaba, solo demostraria que era un verdadero desperdicio dentro de la Academia.

-Esta bien. Es... una buena forma de entrenarme.-le tranquilizo, abriendo los ojos para mirarle.- Podremos estar aqui hasta al amanecer, por lo que mas vale que sagamos de la habitacion con una idea. Volvemos a la Academia, buscamos ayuda o nos vamos como dos heroes a resolver todo esto nosotros solos?- sugiero, intentando ser mas o menos positiva y sonar animada.

-Ir a la acdemia no es una opcion ellos tienen vijilado todas las formas de salir de italia, tanto normales como magicas- le digo repasando lo que me ha dicho- pero debes saber que no es seguro que podamos llegar ni siquiera cerca de la academia- MIro un poco por la ventana se ve todo tranquilo. Ella me ha ayudado enormemente pero aun no se si es de fiar.

-Esto es lo que aremos necesitamos confierplenamente el uno en el otro, si queremos salir de aqui en una pieza- le digo mientras meacerco asia donde esta ella- asi que sera mejor que seamos honestos el uno con el otro, comensare yo- le digo mientras me quito la camisa y la coloco en una silla.

-Fui huerfano desde que naci, me crie en las calles y en un orfanato de mexico, cuando tenia 10 años fui adoptado por una familia que nunca he visto, ni siquiera se como se llaman, solo tengo contacto con ellos a traves del mayordomo, desde mi adopcion he sido instruido, por cientos de tutores en muchas cosas, idiomas, conbate y magia, esta ultima fue lo mas dificil de aprender para mi, ya que soy mas apegado a la ciencia que ha otra cosa, por eso utiliso alquimia principalmente- le digo mientras se me queda biendo sin decir nada- cada uno de mis tatuajes tiene su propodito, son las herramientas de mi magia.- le digo mientras espero una reaccion de ella.

-Asi que chica es tu turno. algo que quieras conpartir- le digo mientras espero alguna reaccion de parte de ella.

Escucho su historia con atencion, fijandome en los tatuajes que ha dejado ahora al descubierto y que bajo una buena luz forman figuras con bastante mas sentido. Tengo que reconocer que ha vivido una vida curiosa, que, de haber sido la mia, habria sido sometida a miles de preguntas para descubrir la verdad. Puede qu tanto secretismo sea lo que esconde el verdadero motivo por el que es perseguido por esa escalofriante banda.

-Mi vida no tiene nada que ver con la tuya. No tengo familia, renuncie a ella hace tiempo. Siempre he ido por libre hasta ahora que he decidido escondrme en la Academia. Ya sabes, termine metiendome en problemas turbios de humanos.- le explico, encogiendome de hombros.- Digamos que hasta el momento mi estancia ha pasado desapercivida en la Academia, pero ultimamente los problkemas me buscan. He estado tratando con el chico del Comite de alumnos... Y supongo que eso no me traera buenas consecuencias. Por lo demas, soy trigo limpio.

Escucho atenatamente todo lo que dice, quien sera el chico del comite disciplinario, creo que no lo he conocido aun. Bueno eso no importa, debemos encontrar la forma de salir de aqui vivos, miro el reloj de la pared y son las 3:30 de la mañana debemos descansar lo que podamos.

-Estoy es lo que vamos a hacer chica, dormiremos un poco necesitaremos todas nuestras fuersas- le digo mientras observo la abitacion rayos solo hay una cama, ya que me tocara dormir en el piso. Me acerco al armario y saco una manta y una almohada y me hago una improvisada cama en el piso.

-Tu duerme en la cama alex- le digo mientras me acomodo para dormir.

No puedo evitar sonreír al ver cómo se monta una más que incómoda cama en el frío y sucio suelo de la habitación. Acercándome al borde de la cama para poder verle, sonrío.

-No tienes el suficiente valor como para intentar hacerme algo por la noche y enfrentarte a las consecuencias. Así que no seas tonto y sube. Si se te infecta la herida por la suciedad de la moqueta, tendremos mayores dificultades.- le digo, tirándome sobre el lado derecho de la cama y hundiendo el rostro en la almohada.

Probablemente tenga razón y podamos descansar unas horas, pero no me fio de que nos vayan a dejar tranquilos. Mi subconsciente sigue manteniéndose alerta, esperando escuchar voces o ruidos en cualquier momento.

Me rio ante su declaracion, la verdad es que no la lastimaria por que no es mi estilo, pero la verdad es que he hecho cosas de las que me arrepiento en todo momento. Alejo esos recuerdo cuando me levanto y tomo la mitad de la cama. Al estar acostado me doy cuenta de lo herido que estoy y de lo cansado que me siento, debo estar tranquilo y mantener las cosas en calma si pierdo mi cabesa fria me metere en problemas.

-En la mañana necesitaremos todas nuestras fuersas, duerme lo mejor que puedas- le digo a alex mientras apago la luz.

Lentamente el sueño se comiensa a apoderar de mi, pronto estare dormido, los recuerdos de italia hace 3 años me atacan durante mi sueño. El sabor de la comida en roma, los amigos que hise y perdi mientras se me entrenaba para luchar en estilos antiguos de combate. Todos los libros de alquimia del renacimiento en los que pude poner mis manos y sobre todo cuando entendi que mi habilidad tiene leyes que nunca debo romper.

Me levanto 5 horas despues, miro a mi alrededro y alex sigue dormida profundamente, me acerco a ella para despertarla cuando siento como de la nada me derriba y se coloca sobre mi haciendome una llave de sumicion.

-Buenos dias para ti tambien- le digo mientras ella sigue sujetandome.

Para mi sorpresa tardo aún dos horas en poder dormirme. Escucho la pausada respiración de Neftali junto a mí, calmándome y animándome a unirme a ese mundo de sueños en el que él ya se ha sumido. La cabeza me da vueltas, las agujetas se apoderan de mi cuerpo, pero me obligo a cerrar los ojos y a dejar mi mente en blanco. Tras cuatro intentos en vano, consigo al fin dormirme.

Es un sueño blanco e incómodo, me despierto cada poco asustada por cualquier ruido que escucho y no termino de sentirme segura. Quizá por ello, cuando noto que alguien se inclina sobre mí, me despierto de golpe y reacciono de la única manera que sé: atacando.

Tardo unos segundos aún en despejarme y darme cuenta de que estoy sujetando con demasiada fuerza a Neft contra la cama, estando sentada sobre él. Su saludo de buenos días me hace darme cuenta de lo ridículo de la situación.

-No vuelvas a hacer algo así.- le advierto, soltándole los brazos y riéndome.- Dios santo, esto me está empezando a afectar.- reconozco, haciéndome a un lado para dejarle libre.

No entiendo por que se rie, tiene razon esto le esta enpesando a afectar pero al menos solo se esta riendo no haciendo nada mas que pudiera ser peligroso para nosotros. Cuando me levanto me estiro un poco por la avitacion, es tiempo de ponernos en movimiento y descubrir que esta pasando, pero a donde debemos ir primero es algo que no se, tal ves la toscana tengo amigos ahi con su auto estaremos ahi en 3 horas.

-Esto es lo que vamos a hacer..- no puedo terminar de hablar por que una fuerte explosion acaba de volar las ventanas del motel. Actuo mas por instinto que otra cosa, asi que me lanso sobre ella para caer del otro lado de la cama, siento algunos cristales sobre mi espalda y puedo escuchar una ronda de disparos sobre mi cabesa.

Me preparo para escuchar lo que tenga que decirme cuando de repente algo sucede. Ni siquiera soy capaz de reaccionar, algo se lanza sobre mí, cubriéndome y lanzándome al suelo. Siento la madera del suelo contra mi espalda y recibo un buen golpe en la cabeza que me deja desconcertada. En cuanto me vuelvo consciente de la situación, empiezo a escuchar los disparos.

No sé cómo, pero nos han encontrado.

-La puerta. Tenemos que salir antes de que entren a comprobar si estamos muertos.- le susurro a Neftali, cogiendo aire y hablando con sumo cuidado.- Tiene que haber una salida trasera, cualquier cosa que nos permita llegar hasta mi coche e ir a ese sitio que tienes en mente.