como vi que nadie se habia aventurado a postear ninguna historia... decidi poner una d mis ultimas creaciones....
[Prologus – Ignotae situm]
Estoy sola, doy un paso con vacilación antes de mirar a mi alrededor confundida. No conozco nada de estas negras paredes que me rodean. Doy el siguiente paso, esta vez más segura con la firme intención de dejarlas atrás y volver a aquello que si conozco, pero al darme la vuelta solo encuentro otro muro oscuro. Solo tengo una opción: seguir adelante pase lo que pase. Empiezo a caminar sin detenerme a mirar lo que me rodea, simplemente buscando una salida...
Paro, tengo la sensación de haber caminado por mucho tiempo, pero nada ha cambiado a mí alrededor. Todo sigue igual, las negras paredes y un largo y oscuro pasillo por delante, dándome la sensación de no haberme movido del mismo sitio.
Suenan unas campanadas, el sonido procede del pasillo de delante de mí, así que tiene que haber una salida, me digo a mi misma. Echo a correr, desesperada por salir. Paro, casi nada ha cambiado, solo que esta vez en las paredes desnudas hay unos antiguos cuadros, cuadros con personas que no me parecen familiares.
Ignorando los cuadros, sigo corriendo hasta que me encuentro con unas escaleras y sin dudarlo subo por ellas. Ahora me encuentro en un amplio hall, esta vez tenuemente iluminado con varias antorchas. Miro alrededor, hay muchas puertas, pero todas están cerradas a cal y a canto, hay una amplia
escalera que asciende a un piso superior, pero la ignoro porqué sé que no va a llevarme a una salida, al exterior.
Me dirijo hacia la única puerta que no he intentado abrir, el pomo gira, parece que está abierta, intento abrirla pero no se abre, tiro otra vez de ella mientras las campanadas vuelven a sonar, insistentes, constantes como si quisieran anunciar o advertir de algo. Vuelvo a tirar de la puerta intentando abrirla sin éxito alguno.
El sonido de las campanas cesa y con ello dejo de tirar de la puerta intentando razonar cómo llegué a este lugar, dónde estoy, porque las campanas sonaban precisamente detrás de esta puerta, aunque esta no se abra.
El sonido regresa, esta vez con más fuerza que la ultima, vuelvo a tirar de la puerta y como definitivamente no se abre decido intentar empujarla, esta vez sí que cede„
Al abrirse una luz proveniente del exterior me ciega completamente y solo soy capaz de distinguir una pequeña pradera totalmente rodeada de bosques.
Parpadeo, intentando ver con más claridad todo lo que mi vista puede abarcar. Al abrir los ojos ya no me encuentro de pie mirando una pradera rodeada de bosques„
Unas paredes me rodean, pero estas en cambio son conocidas, familiares„ estoy de nuevo en mi habitación.