Advertencias *Rydia*

La casa estaba solitaria,o a lo mejor estaban demasiado callados sus habitantes. Bajé al salón y me senté en un asiento bastante cómodo,recordando el estúpido encontronazo con Lucius,maldito cara de pomelo. Cerré los ojos y comencé a pensar en todo el tiempo que habia pasado en la academia,tan solo tres dias,echaba de menos mi monasterio,que ahora estaría vacio. Una casa genialmente bonita,con forma de castillo y con hermosos patios traseros y un parkin de lo mas peculiar. Tambien tenia un cementerio donde me sentaba todas las tardes para tomar el sol,era uno de los sitios qu emas me gustaban del monasterio. Escuché los tacones de alguien bajando la escalera y me quedé intrigada ¿Quién sería?

Al final bajó una mujer que imponía bastante. Sonreí a su pregunta y asentí.
-Me llamo Isirial Merdlyn,encantada.-Extendí la mano hacia ella,no queria tener problemas ¿o si? Sonreí maleficamente interiormente,la ropa de mi compañera era bastante exquisita,tacones altos y prendas oscuras,justo como yo.
-Ultimamente me he estado aburriendo y he bajado a la sala para ver si pasaba alguien y poder hablar.

Asentí apretando su mano al saber su nombre. Esperé a que acabara de hablar con la estupida educacion que me habian enseñado los clérigos y cuando acabó comencé a hablar.
-Si, la verdad es que yo tambien me he estado aburriendo ultimamente,esto de que Sweet no esté cerca de mi me mata... El otro día fui de compras por Londres ¿Sabes que hay sitios repugnantes en los que venden una comida llena de grasa? Me pareció asqueroso,entré en uno y pedí una ham...hamburguesa creo y le dí un mordisco,casi vomito,estaba realmente lleno de grasa.-Hice una mueca de asco,nunca habia conocido nada parecido a esos establecimientos por lo menos que se dignaran a preparar la comida bien y no con sus manos llenas de germenes. Reprimí otro gesto de asco.