Instalándome [Libre]

Esataba en mi habitación deshaciendo mi maleta y colocando mis cosas por la dichosa, pequeña y repugnante habitación. No me gustaba para nada estar aquí, preferiría estar en cualquier sitio menos estar encerrado es esta asquerosa academia. Preferiria hacer lo que me diera la gana que dar el pego de chico bueno mientras me gano la confianza de los demás estúpidos estudiantes aunque así podría golpearles después con más fuerza. Odiaba estar encerrado, odiaba estar bajo las órdenes de alguien y lo que más odiaba por encima de todo eso era tener que ocultar mis ganas de hacer sufrir a los demás. Supiré. Me tenía que integrar rápido, enterarme quien estaba en mi bando y quien era los enemigos. La jefa no me habia dado muchos detalles, pero esperaba que eso no me complicara mucho la cosas. No me gustaba que se andaran con rodeos, quiero las cosas directas y sencillas, aunque luego yo me entretuviera y divertiera con las víctimas.
Escuché un golpe en la puerta. Maldita sea. ¿Qúién me estaba molestado?

Bajé de mi estúpido y horrendo cuarto y me encontré una puerta de la que salian muchos ruidos,dudé en entrar auqnue bueno ¿Que me harian? Con solo una mirada podria causarles tanto dolor que podrian morir. Pensé en todos eso curas riendose de mi y de las risas que me hechaba yo cuando los veia morir uno a uno. No me lo pensé de nuevo y toqué la puerta. Esperé a que me abrieran y despues,quedandome en el umbral sonreí.
-Hola, perdon por entrometerme pero, escuché ruidos y pensé...bueno da igual. Me llamo Isirial.

Abrí la puerta y me encontré a una chica rubia con aspect de chica inocente. La miré de arriba a abajo. No parecía que fuera peligrosa.

- Yo soy Arhur, encantado- dije tendiéndole la mano- ¿Eres nueva?

No es que me importara lo mas mínimo pero sería una buena forma de empezar a entablar "amistades" y de pasar desapercibido. No pude evitar mostrar una sonrisa malévola. La quite de inmediato por supuesto, aunque me daba igual si la había visto, si me preguntaba no se lo iba a decir de todas formas.

Sonreí sin motivo y cuando me ofreció la mano se la estreché sin dudar,aunque no me inspirara mucha confianza eramos de la misma residencia y teníamos que estar juntos en nuestra causa.
-Lo mismo digo,si llegué ayer. Aunque bueno todavía no he podido deshacer mi maleta he estado dando vueltas por ahi,acomodándome y eso.-Sin dejar de sonreir miré de soslayo al interior de la habitacion,aunque,no habia mucho que ver.
Se suponia que tenia que hacer amistades,pero no con las casas diferentes,ayer ví lo horrendas que pueden llegar a ser esas estúpidas personas,en cierto modo,son pequeños cuerpos sin neuronas.

- Bueno, como ya has podido observar yo si estoy desahiendo la maleta. Un muerto que me quito de encima

Me encantaban esos chistes de doble sentido, eran mis preferidos.
Asi que chica nueva... era bueno saberlo, tal vez, solo tal vez, pudiera incitarla a que me dijera todo lo que sabia de esta asquerosa academia, pensé con repugnancia.
No me gustaba, pero no me quedaba otra. La lider me había llamado y me intrigaba mucho porque razón requería de mis servicios, no como estudiante, eso estaba claro, sino, como mi trabajo secundario.

Reí sin armar jaleo y seguí sonriendole.
-La verdad es que yo tambien deberia estar haciendolo,pero me apetecia cotillear un poco. Me han dicho que un Black Fire tiene algo con una Red Fire y que la jefa lo toma por traidor. ¿Lo sabias?-Le miré sonriendo pícaramente y me apoyé en la jamba de la puerta mirandolo. Era moreno,y no lo iba a negar,estaba bueno. Comenzaron los estúpidos pensamientos impuros y los borré en unos segundos.

Vaya vaya, asi que ya habia cotilleos por la academia. Esto era interesante, muy interesante

- Pues no, no lo sabía. ¿Se sabe quien es?- dije mostrando mucho interes, aunque mis intenciones era otras bien distintas.

Creo que ya tengo a alguien que me va a poder decir todas las cosas acerca de mis compañeros black. No pude evitar reirme. Esto si era empecar con buen pie. Una forma de ganar respeto y conseguir que los demás hicieran lo que yo quisiera era con un buen chantaje.

Muy bien, Arthur. Esto está pan comido.

Sonreí brevemente hacia el comentario del chico y pasandome la mano por el pelo me detuve a mirar el pasillo,no era que me importase que me pillaran cotilleanod,por no decir que me daba igual.
-Si,se sabe quien es,pero será mejor que no vayas por ahí pregonando que fui yo quien lo dijo.-Sonreí,seguramente lo diria por ahi,y eso me hacia gracia. Mis tutores siempre me dijeron que era una lianta.-Se llama Lucius Black,y es un chico bastante alto y rubio,lo reconoceras enseguida,por su estupidez mas que nada.
Dejé de sonreir al acordarme de quien era en realidad Lucius,alguien muy cercano a mi,estupidos lazos sanguineos,no valian para nada.

Con que Lucius... de acuerdo, ya podría tener algo con que chantajear si llegara el caso, sonreí levemente

- No te precupes, no diré que fuiste tu- dije en el tono más amable que pude ocultando mi repugnancia a usarlo.
Yo no era amable, ni simpático ni agrabable, ni de coña. Eso solo lo habia para ocultar mis verdaderas intenciones. Sonrei abiertamente para que ella me viera

- Bueno, Isirial ¿Qué te trae por la academia?

Me pasé la mano por el cuello haciendo un gesto de cansancio,la verdad esque salir de caza con las gemelas me agotaba más de lo que mi cuerpo podia soportar. Llevaba más de dos noches sin dormir y para colmo tenía que hacer trabajitos para la jefa. Miré al hombre que me miraba sin duda me estaba hablando. Asentí a sus palabras sonriendo. Lucius se habia ganado otro enemigo,me encantaba joderle la vida.
-Pues nada en particular...solo quiero aprender a controlar mejor de lo que ya lo hago mi magia perdida...verás es un poco complicada,sobre todo si la utilizo todos los dias, es como si se me gastaran las pilas y quiero ampliar mi poder mental. Mi magia perdida trata de transmitir lo que yo quiera.-Sonreí y me concentré para transmitirle un pensamiento.
"-Un pensamiento,dolor,felicidad,cansancio,imágenes,sentimientos..."
Seguí sonriendole.

De repente me sentí muy raro. Una contradicción de emociones afloraron en mi interior. Entonces me di cuenta. De eso trataba su magia perdida. Sonrei.

- Bonito truco, aunque me temo que yo no podré demostrarte el mio. Te mataria en menos de medio minuto.- dije con una sonrisa de oreja a oreja

Mi magia perdida no era algo que quiseras ver en absoluto, es más, preferirias no presenciarlo porque si lo hacias significaba que tu eras el objetivo y que eras tu quien estaba a punto de morir. No se podía parar a no ser que alguien me desconcentrara sacandome del trance en el que entraba. Y tenia que ser alguien ajeno. Pero por desgracia para las victimas, cuando yo la usaba me aseguraba de que no hubiera absolutamente nadie alrededor. Nadie que pudiera molestarme.