Brisa nocturna [Xavier]

-podemos escaparnos al extranjero-bromee sin moverme del sitio.
Fingi miedo.
-que me vas a hacer?-dije sin poder esconder mi diversion.
Me sente e hice aparecer mis alas
-quieres dar una vuelta?

-Creo que me desesperaría si tuviese que huir contigo al extranjero.- me reí, poniéndome de pie y mirándole.

-¿De verdad te interesa?

Sin dejarle responder, sonreí y obligué a que unas cuantas raíces brotasen del suelo, clavándosele en las partes del cuerpo que aún tenía en contacto con la tierra.

-¿Tienes algún lugar en mente o sólo volar por torturarme?

-no te gusto la pasada noche?-dije sonriendo de lado.
Unas raices protaron del suelo y se me clavaron en las piernas.Con un trozo de hielo lo corte sin nisiquiera mirarlas.
-Bueno, podriamos volver a la playa-dije sonriendo igual que antes

-Oh, sí, apasionante motel y pelea.- ironicé, poniendo los ojos en blanco.- ¿Crees que es seguro volver ahí? Demostraríamos tener muy poca inteligencia si regresamos y, finalmente, resulta que aún están esperándonos.

Le ofrecí una mano para ayudarle a levantarse. Quizá no fuésemos a la playa, pero había lugares bastante interesante.

-yo opino lo mismo-dije sonriendo levemente
Me encogi dehombros.
- yo no he dicho seguro, divertido si , pero seguro no-añadi divertido
El coche ya se habia apagado y se habia quedado todo negro

-Como acabe muerta, me vengaré en el más allá. Yo no tengo forma de curarme las heridas, al contrario que tú.- le recordé, dándome por vencida.

De alguna forma sabía que terminaríamos por hacer lo que le apetecía a él y no me quejaría. Al fin y al cabo, si aquellos hombres no estaban allí, sería agradable volver a disfrutar de la hermosa playa de Gales.

-que pena-dije divertido.
Mire un momento la academia, a ver si venia alguien.
-entonces que, vamos?-pregunte.
Me aburria y estaba impaciente por irnos ya

-Supongo que aunque te diga que no, irás solo. Y no tengo ganas de asistir a tu funeral.- cedí, encogiéndome de hombros y acercándome a él.

Tenía que reconocer que tener un sistema de transporte integrado en el cuerpo de uno mismo resultaba interesante, aunque yo jamás me hubiese atrevido a emplearlo. Odiaba mi vértigo.

-Quien ha dicho que te iba a invitar?-respondi bromeando.
Tenia toda la espalda mojada, asi que acabe mi trabajo echandole una gran burbuja de agua a la cabeza.Ahora ya estaba empapada completamente.
-asi mejor-sonrei

-Empieza a sonarme muy tentadora la idea de tu funeral...- le advertí tras haber intentado en vano evitar su nuevo ataque.

Sabiendo que yo no podía hacer nada para devolverle la jugada con agua, me encargué de lanzarle el barro que se había formado en torno a mis pies al cuerpo. En menos de diez segundos su piel y su ropa se había teñido de un color marrón oscuro.

-Qué guapo estás.- me burlé.