Brisa nocturna [Xavier]

-No se, tendria que buscarme un motel-dije encogiendome de hombros.
No lo habia pensado antes , pero tendria que buscarme algun lugar para dormir, para que la muchacha no se diese cuenta de mi magia.
-y tu?vives por aqui o estas de viaje?-pregunte

-Fin de semana de relajación.- me apresuré a responder con lo primero que se me vino a la mente.- Vine con un amigo... Pero tenía asuntos que arreglar y quedamos en vernos en la playa. Se ha debido de entretener más de la cuenta, porque ni se ha acercado.- mentí, sonriendo con debilidad.

Mis piernas agradecieron cuando la arena se acabó y comencé a pisar de nuevo suelo firme, pues el esfuerzo de hacerlo me estaba dejando agotada. Había pasado demasiado tiempo caminando y las últimas noches no había conseguido conciliar el sueño.

Un chico de Oxford en un motel. Cada vez me resultaba más curioso.

Caminamos unos metros y consegui ver la silueta de lo que parecia un pueblo .
-Ahi esta-dije dando gracias a dios en mis adentros, ya que era mentira lo de que sabia del pueblo.
Me dirigi hacia alli, y al final encontre un bar en el que me meti con la chica.
-Bueno, que vas a pedir?-pregunte

Entrando en el pequeño barucho, contemplé la estancia antes de responder su pregunta. El suelo estaba ligeramente pegajoso y eran pocas las mesas ocupadas, pero los clientes eran grandes y parecían estar ya algo afectados por culpa del aochol que habían consumido. Desde luego no era el tipo de locales que yo estaba acostumbrada a frecuentar y tampoco parecía el tipo de los de Xen.

-Qué... hogareño.- comenté, acercándome hasta una mesa que estaba más o menos limpia.- No lo sé, cualquier cosa caliente estará bien. Todo con tal de dejar de tiritar.

Decidida a no darle demasiadas vueltas al asunto sanitario del local, tomé asiento y esperé a que él lo hiciese frente a mí.

Me sene enfrente de la chica que me dijo que queria algo caliente.
-camarero-llame al hombre que estaba llevando unas cervezas a los de la mesa de enfrente.
-Traigame un jack daniels y un cafe a la señorita-dije sonriendo levemente.
Esperaba que se refiriese a eso , y no a alcohol con lo de calentarse.

Asintiendo en silencio ante su selección, coloqué mis manos sobre la mesa, intentando calentármelas. La calefacción brillaba por su ausencia en aquel edificio.

-¿Tenías algún plan para esta noche? Siento como si me hubiese acoplado un poco.- le dije, iniciando la conversación una vez el camarero se hubo marchado.

Sentía mucha curiosidad por saber cómo se desarrollaban los humanos y ahora que le tenía ante mí, quería analizarle antes de que le perdiese de vista. Quizá para siempre, pues todos los humanos poseían ese instinto de supervivencia que les animaba a alejarse de nosotros.

-La verdad , no . Fui a nadar para despejarme y no pensar en nada por un tiempo-dije sonriendo levemente.
El camarero trajo las bebidas, el vaso parecia sacado del basurero, pero para no parecer raro no le hice mucho caso.Tome un sorbo de mi bebida.
-Y tu? si tu amigo te ejo alli deberia ser un poco tonto, con la de borrachos que hay aqui-dije señalando a la gente del bar que no sedaba n cuenta

Le lancé una mirada horrorizada a mi café aguado, decidida a no probar ni un solo trago, pero aceptando el calor que emanaba de la taza y colocando mis manos en torno a ella. La idea de que fuese de aquel tipo de gente que no lo tenía todo planeado me gustó.

-Bueno, él sabe que... tengo mis medios para defenderme. Ya sabes, cursos de defensa propia.- verdades a medias, como de costumbre, pero valía la pena.- No le culpo, le habrá salido algo importante. Ya... le encontraré algún día de estos.

-Entonces tu tambien te quedas en el pueblo?-pregunte terminando mi bebida, esperando que no se notase mi asco por el vaso.
De pronto vi a un hombre, que parecia bastante fuerte, acercandose a nuestra mesa con una copa de cerveza en la mano y con una sonrisa estupida en la cara.
Cuando llego a nuestra mesa, paro y dijo:
-Que hace por aqui una chica tan indefensa?-Se sento al lado de la muchacha.
Me levante y me puse al lado del hombre.
-Si no te mueves de aqui , mi puño se va a encontrar peligrosamente cerca de tu cara-dije crujiendome los dedos

Contemplé al hombre que se derrumbó junto a mí con una mueca de asco en el rostro. Apestaba a alcohol hasta el punto de provocarme nauseas. ¿Qué le habría motivado a abandonar su mesa y acercarse hasta nosotros? Realmente sentía ganas de dejar de disimular y darle yo la paliza que Xen se había adelantado a ofrecerle.

-Lárguese.- le aconsejé, empujándole lejos de mí y arrastrando mi silla en la dirección opuesta.- Déjale, no vale la pena.- le dije a mi acompañante, negando con la cabeza.

Estaba demasiado cansada como para querer presenciar una pelea ante mis ojos.

La chica lo empujo y se fue al otro extremo de la mesa.Eso cabreo al hombre que se puso todo rojo.
-ahora veras...-dijo el hombre pero no consiguio hacer ni un paso ya que tuve tiempo de ponerme una runa de fuerza en la muñeca y hebia cogido por el hombro.
-Te adverti-dije apretando su gran hombro hasta oir un crujido.Despues lo deje marchar.
-espero que no se enfade la muchacha-pense

No entendí lo que había pasado. Antes de que el hombre pudiese acercarse más a mí, Xen se interpuso colocando la mano sobre su hombro. Rompiéndoselo, de hecho. ¿Cómo pudo hacerlo? Le contemplé frunciendo el ceño. El hombre aquel era de una embergadura sorprendente, comparado por el tamaño normal y delgado de mi acompañante, quedaba claro que el desconocido tenía las de ganar en situaciones normales. Situaciones normales.

-¿Cómo lo has hecho?- le pregunté, dejando que mis dudas comenzasen de nuevo a brotar.

Alcé una ceja perpleja, contemplando cómo el resto del bar había comenzado a mirarnos e una extraña manera. Santo cielo, no quería más problemas.

Como no, todo el bar comenzo a mirarnos.
-es por la adrenalina, es normal-me excuse sentandome , intentando que pareciese lo mas normal del mundo.
La chica me miraba con dudas, no estaba seguro que fuese de fiar, y mucho menos no iba a contarle nada aqui en el bar.Ya era demasiado tarde, la chica habia visto demasiado.
-Ven conmigo-dije levantandome y saliendo afuera.

Sin dudarlo ni un segundo, me levanté y le acompañé al exterior, dedicándole una última mirada a los presentes en el bar. Rezaba para que no me dijese que era uno de los míos, porque de verdad que necesitaba encontrarme con alguien normal en ese mundo de extraños.

Cruzándome de nuevo de brazos para defenderme del frío, le miré espectante, ansiando una respuesta.

-¿Y bien? ¿Me vas a contar algo más de tu super adrenalina, Xen?- susurré, con el corazón en un puño.

No respondi nada, simplemente saque mi estela, me la clave en el brazo para conseguir la sangre necesaria, y me dibuje la runa de la metamorfosis en la palma de la mano.En un segundo me crecieron unas alas con las que sali volando , cogi una flor del arbol y se la di a la chica.
-ahora te toca ser sincera con migo-dije sin sentimientos en la voz, ya no tenia que fingir nada

Aquello era más de lo que esperaba.

Me sentía ciertamente decepcionada, mis espectativas de conocer a una persona fuera de mi mundo se habían acabado. Era simplemente imposible. Aceptando la flor, le miré. Era absurdo pretender ser lo que no era.

-No hay mucho que decir, ¿no?- repliqué.

Sin dudarlo ni un instante y tras respirar, coloqué mi otra mano sobre la flor y concentrandome hice que le brotase una gemela, lentamente, desarrollándose poco a poco y siendo exactamente del mismo color.

-Hemos estado jugando un buen rato, ¿eh?

-entonces supongo que tambien seras de la academia hellfire-dije con un tono de voz mas suavo , mirandola a los ojos.
Ahora que lo pienso, muchas cosas tuvieron sentido, como lo de su indecision con lo del amigo.
Como la runa todavia no perdio su efecto, hice aparecer mis alas de nuevo.
-quieres que te lleve a la avademia?-pregunte con voz amable. al fin y al cabo yo tambien menti, asi que no podia enojarme con ella

Hellfire. Ese nombre parecía que me iba a perseguir allá donde fuese. Suponía que no podía hacer otra cosa más que resignarme y aceptar el hecho de que había conocido a una persona interesante, aunque esta también perteneciese a la maldita Academia.

-Tengo la sensación de que todo el mundo va a nuestra querida Academia, físico cuántico.- murmuré con una sonrisa, planteándome su pregunta.- Sinceramente, tengo pavor a las alturas.- le informé, mirando dudosa sus enormes alas, sin terminar de saber si aguantarían el largo trayecto.

-yo tambien,pianista-dije devolviendo la sonrisa.
respondio diciendo que le dan miedo las alturas.
-bueno, podemos ir tambien casi a ras del suelo-dije sin borrar la suave sonrisa de mi cara.
Mientras tanto saque mi estela, me la clave en la muñeca , y me dibuje la runa de la fuerza, resistencia , vision nocturna y velocidad.

No podía evitar sorprenderme por cómo empleaba aquellos extraños tatuajes, colocándolos sobre su cuerpo. Había llegado a la conclusión de que, en cierta manera, sacaba su poder de ellas, pues las formas iban cambiando, ninguna era similar a las anteriores.

-Tardaremos un poco más y posiblemente acabe arrastrándome del cansancio... Pero no tengo ninguna ganar de llegar pronto a la Academia.- reconocí, empezando a caminar sin ningún rumbo.- ¿Cómo funciona eso? La verdad es que es sorprendente.- me atreví a preguntar, haciendo referencia a las runas.

-que adivine, eres de black fire?-pregunte
Observe un momento las runas que tenia grabadas en ambos brazos.
-son como un pacto, entre un angel y tu, yo estoy pactado con Ariel, que si el te da el poder que necesites, tu lo utilizaras bien.Aunque siempre funciona, aunque lo utilices por diversion-dije encogiendome de hombros

La verdad era que resultaba bastante atrayente toda aquella historia de los ángeles. Sentía mucha curiosidad por las magias perdidas, pero aquella en especial me resultaba más espectacular que las demás.

-Digamos que soy de esa Residencia porque no podían ponerme en una sola.- respondí, encogiéndome de hombros. Normalmente, todos los estudiantes solían juzgarme por ser una black. Y no me importaba siempre y cuando me dejasen tranquila. Pese a todo, me molestaba que diesen por sentado que amaba molestar a los demás y vivía para matar. Porque yo no era así.- ¿Y tú? Con un don así, lo tendrás fácil en la Academia.

-se podria decir que si-dije encogiendome de hombros
Empezamos a andar hacia en norte , que es donde se encontraba la academia.
-Y tu? me han dicho que los del black se mantienen muy unidos, lo contrario que los blue-dije sonriendo levemente, sin dejar de mirarla a los ojos

Los Blacks unidos. Sí, dábamos esa sensación, pero si alguno de los otros estudiantes hubiese llegado a saber todo lo que se cocía entre los muros de nuestra Residencia hubiesen salido corriendo. Hacía muy poco que me había enterado de lo que en verdad había ocurrido entre nuestro lider y el extraño chico del Consejo de Estudiantes y aún me provocaba escalofríos.

-A veces sería mejor que no estuviésemos tan unidos.- susurré, riéndome.- La verdad es que llegué hace poco, no conozco a demasiadas personas.

-problemas en la residencia?-pregunte interesado por el tema.
hacia tiempo que no pasaba nada en mi vida y queria algo que me sacara de mi aburrido mundo.
-yo tampoco, la gente del blue prefiere estudiar que hacer amigos-dije encogiendome de hombros.
Afloje un poco el ritmo, ya que no queria dejar a la chica atras