Tarde en el Invernadero [ Valerie] [CERRADO]

Las clases habían acabado y como no tenia nada mas que hacer, decidi ir a mi invernadero para ver como tenia mis plantaciones de tomates, berenjenas, patatas, etc, al parecer todo estaba en orden, este año tendría una buena cosecha que mas tarde venderia para sacarme un dinerillo extra, mejor dicho dinero negro que no tengo declarado, para mis caprichos y tal...

El trabajo de agricultor era duro así que me quite mi chaqueta y la camiseta dejando mi torso desnudo y empece a trabajar de nuevo otra porcion de tierra donde sembraria pimientos...

Con la cabeza llena de ideas dando vuelta en mi cabeza, sobre todo despues de todo el rollo que nos habían metido a los nuevos en nuestro primer día, necesitaba despejarme un poco y decidí darme una vuelta por los jardines del campus. Intenté centrarme por donde había salido para saber volver después, aunque ya estaba un poco resignada a que probablemente me costaría volver mis pasos un poco bastante...

Me servía de distracción lo que podía ir viendo por ahí, para dejar de pensar en asuntos que en ese momento no me hacían ningún bien, los cuales antes o después resolvería, estaba segura...

Me topé sin darme cuenta con lo que parecía la estructura de un invernadero. Espera, ¿un invernadero? -me dije a mí misma- ¿desde cuando hay invernaderos en los colegios? Fui acercandome hacia alli, y ya de paso, metiendome en el barro que todavía estaba blando de los días de lluvia anteriores. Puse una mueca. Un momento, ¡pero si hay alguien adentro! Me asomé por la puerta sin hacer ruido apoyandome sobre ella y vi como un chico se quitaba la camiseta, justo en el momento en que la madera hizo un crujido.

-Mierda -murmuré.

Habia terminado de quitarme la camiseta y había empezado a trabajar cuando de repente escuche el crujido de una madera proveniente de detras de mí, acto seguido por impulsividad me gire y mire a una chica que llevaba el uniforme de Yellow fire, la cual habia visto en varias veces durante el transcurso del día...

Esa chica me miraba asi que di por hecho que era una de mis fans, por lo cual deje al suelo la herramienta de trabajo para hacer una pose sexy para mi publico, y despues de eso sonreí diciendole:

- Puedes mirar y tocar eh, que no muerdo...

Me referia a mi perfecto torso de pectorales, se notaba que hacía mucho ejercicio y sabia que a las chicas les encanta esto.

Lo que acababa de decir me dejó perpleja. Lo diría en broma, ¿no? Todavía no conocía a la gente, así que no sabía cuando hablaban en serio y cuando no. Además estaba desnudo de cintura para arriba y tenía un cuerpo que ya muchos quisieran tener y...
¡Pero Val! ¡¿En qué estas pensando?! -me dije, cuando me di cuenta hacia donde se dirigían mis pensamientos-. ¡Concentrate! ¡Concentrate y sobre todo no te pongas nerviosa!

-Eh... No gracias, no me hace falta tocar— digo, que no tengo por qué tocar nada. No digas tonterías. ¿No eres tú el presidente este... el del consejo o algo así? -Me quedé mirando lo que el chico tenía en los alrededores-. ¿Qué haces en un... ¿huerto? -Dije, sin poder evitar reírme. Pero luego vi que la cara que ponía no era de bromas y me quedé callada.

¿Como era posible que este chico fuera el presidente del consejo? A mi me parecía más como un guarda de seguridad de estos a los que les tienes respeto, consiguiendolo tan solo con mirarte.

- Seguro que no quiere tocar maja?, mira que hoy hay promocion para las nuevas chicas.

Le dije mientras le guiñaba el ojo, dicho esto cuando me pregunto que hacía en un huerto y empezo a reirse, la mire fijamente con una mirada amenazante.

- Ese es mi huerto y aqui yo cocsecho cosas, ya sabes, patatas, judias, tomates, pimientos, berenjenas. vamos de todo eso..., a que seguro pensabas que era un huerto de Marihuana o quien sabe... eh,..

Eso ultimo ya empece a reir por unos segundos, pero luego me quede en silencio esperando sus respuestas..., de esa chica que ya me había llamado la atención.

-¿Maja? -me quedé pensando. ¿De qué me sonaba eso? Bah, daba igual, quizás era la forma de hablar que tenían por aquí. No quise darle más importancia-. Eh... no, no te preocupes por eso. Puedes seguir buscando a otras nuevas para que... te toquen o lo que quieras -dije mientras apartaba la mirada.

Él empezó a reir, lo cual me relajó un poco, ya que no parecía tan... amenazante. Aparté la idea de que me amenazaría o algo si decía a alguien de esto, pero al parecer era su hobby. ¿Así que le iba a horticultura? A decir verdad era lo último que se me hubiera pasado por la cabeza que le gustaría a este chico...

-Bueno, no creo que te dejaran tener... plantaciones ilegales en el campus, así que supongo que debe ser verdad que lo que tienes ahi plantado sean tomates y esas cosas...

Él se había quedado en silencio, y no sabía qué más decir, así que como siempre, dije lo primero que se me pasó por la cabeza. - Oye, no creas que te estaba espiando o algo así, es que me había perdido y no sabía por donde ir y... -estaba poniendome nerviosa, pues empezaba a notar el usual cosquilleo que me aparecía cuando la magía de la luz comienza a hacer de las suyas, por lo que para evitar que fuera a más, me hice la interesada en los cultivos y me puse a mirar cada una de las plantas, las cuales me parecían todas iguales....

Sonreí en cuando ella me dijo que no me espiaba, pero yo no hice caso de sus palabras, asi que me acerque mas a ella hasta ponerme a pocos centimetros de ella, la cual estaba mirando mi plantación pero ya había despertado aun mas mi curiosidad así que me acerque un poco mas hasta el punto de estar rozando...

- Clarooo... eso lo dicen todas, vamos... ahora me diras que eres una experta en huertos..., seguro que no te interesa mas mi cuerpo... diooos.... el trabajo del campo es cansado...

Eso ultimo lo dije jadeando, me encantaba ese juego y siempre ganaba cuando yo jugaba esa carta...

Miraba detenida y fijamente a una planta de la que no podía decir más que era verde... y poco más. Noté, (y vi por el rabillo del ojo) que se acercaba más hacia donde estaba yo. Moví un poco mi hombro para que me callera el pelo hacia delante y tapar un poco mi mirada para aprovechar y así mirar que es lo que se proponia.

Tras un par de segundos se acercó todavía más a mí, hasta que casi podía rozar con mi antebrazo el suyo, e intentando alejarme un poco de él, me hice un poco hacia la derecha, con tan mala suerte que la tierra blanda no me lo quiso poner fácil y tropecé. Intentando no pisarle ninguna planta, di un par de saltos hasta equilibrarme. No quería pensar en qué pasaría si le estropeaba alguna de sus plantas...

En ese momento tuve plena consciencia de lo que en realidad había hecho, y lo tonta que parecería, así que mis mejillas se pusieron color rojo incluso antes de darme la vuelta para mirar al chico. -Lo siento -dije volviendo a bajar la vista rápidamente-. Me.... tropecé. Yo, la verdad no tengo ni idea de plantas, es más, solo conozco las que pueda comprar en el supermercado y... dios, no sé que más decir para no quedar peor... -dije mientras empezaba a reirme en voz baja, intenté no tener que hablar de qué me parecia su cuerpo y todo ese tema. ¡Ufff! ¡Y ni siquiera sabía como se llamaba!

Intentando recomponerme y pasandome la mano para quitar un poco de polvo de la tierra de la ropa dije: -Por cierto, ¿como te llamas? Yo soy Valerie, em, mejor Val.

Al parecer la chica era un poco torpe, pero las chicas torpes eran sexys me gustaban, asi que me acerque de nuevo a ella y le di la mano para ayudarle a levantarse, mientras la miraba de nuevo, pero a la vez le dedique un mirada sensual capaz de derretir el hielo...

- Yo soy Ewan, encantado pequeña saltamontes, digo Val.

Dicho esto me separe de ella y camine en circulos a su alrededor como si yo fuese un tiburon que rodea a su victima, solo que esa vez Val, esa chica interesante no era una presa, pero si me interesaba así que segui examinandola en silencio.

- Eres guapa. - Acabe dieciendo.

No pude evitar coger su mano para ayudar a levantarme, me tendría que tragar el orgullo y dejar que pese a que me había caído por no estar cerca suya, me ayudara.

-Gracias -dije en voz muy baja y luego suspiré. Me di cuenta de como empezaba a mirarme, y me sentí intimidada.

Me reí cuando me puso un apodo, porque la verdad, me venía bastante bien en esta situación. Cuando ya me puse seria, le dije: -Bueno, prefiero que me llames Val y no saltamones o pequeña saltamontes, Ewan, porque si no, te empezaré a llamar... mmm.. no sé, hortelano o algo así, y como puedes ver, eso no queda muy bien...

Pero al parecer, poco caso me estaba haciendo, puesto que estaba dando vueltas a mi alrededor como un tonto, pero me callé y esperé a que terminara de darlas mientras me cruzaba de brazos.

Cuando me dijo guapa, yo simplemente me eché a reír. Nunca sabía por donde iba a salir este muchacho. Se me quedó mirando y dejé de reirme, me aclaré la garganta y dije: -No venga, en serio, ¿qué ibas a decir?

Escuche lo que ella me dijo, y estaba claro que esa chica no sabía con quien hablaba realmente así que era momento de ponerme serio, ya le había dado una imagen de lo mas comica, así que era momento de darle una imagen seria, impomente asi que me acerque a mi camisa y la chaqueta para recogerlas y ponermelas.

No tarde ni un nimuto en arreglarme del todo t entonces es cuando puse mi mano al suelo y recite algo en latin, cuando de repente broto un cerezo bellisimo... y en cuando levante la mano del suelo y la use para arreglarme el pelo al mismo tiempo que una pequeña brisa movila las ramitas del arbol el cual dejaba caer las flores de cerezo...

En realidad era una ilusion, nada de eso era verdad, pero ella creia que era de verdad, mis ilusiones eran casi reales...

- Dejame presentarme mejor.... Ewan A. Destiny XII - Presidente del Consejo de Estudiantes y Capitan e Estrella del Equipo de Futbol Americano.

Dicho esto me puse las manos en el bolsillo y camine de nuevo hacía en en pose sensual...

- ¿Puedo ayudarte preciosa?

No sabía lo que había pasado, pero en un visto y no visto, cambió completamente y se volvió a poner serio, yendo a coger su ropa y vistiendose de nuevo. Bueno, al menos ya no había que preocuparse por ese asunto...

Pero me sorprendió agachandose y murmurando algo que no llegué a entender, y entonces empezó a crecer un árbol, con un montón de flores y super precioso. Me quedé con la boca abierta. ¿Como había hecho eso? ¿Tenía el elemento de la tierra y por eso podía hacer que creciaran las plantas? Eso tendría más sentido para que tambien le gustaran los huertos...

Se presentó con su nombre completo, ¿había escuchado XII? - Es precioso Ewan, me encanta. No tú, no te hagas ilusiones. Me refiero al árbol...

Seguía mirando el árbol cuando me di cuenta de que se había vuelto a acercar. Pasaba de volvere a intentar apartarme y que me cayera de nuevo, así que me quedé en el sitio. -Mmm, no, de momento creo que no hay nada que necesite...

Sonreí por lo que ella dijo, ella dijo que le gustaba el arbol, pero no yo, a lo que yo interprete como un sí, despues de mi presentación decidi dejar el arbol, total no me molestaba y solo usaba una minuscula parte de mi poder magico, asi que no me preocupaba...

- Ya veo... pero a mi no me engañas maja.

Sonreí de nuevo y continue dando vueltas a su alrededor mientras pensaba que podría decirle, impresionada ya lo estaba pero aún podría mas, pero no hice nada simplemente continue dando vueltas.

- Digo que eres guapa, y seguro tienes muchos admiradores secretos... te vees... sensual, por como llevas el pelo veo que te dedicas mucho tiempo a cuidartelo, cuando te pones nerviosa se te encienden las mejillas, algo que te hace realmente mona... y con tu uniforme, puedo deducir que eres una chica que aun busca su sentido en la vida y que eres un pajaro libre... ¿Acerte?

Dejé de observar el árbol, ya que me había quedado un poco embobada y pensando en como lo había hecho. Pero Ewan siguió dando vueltas a mi alrededor, quizás debería advertirle que si seguía demasiado tiempo así acabaría mareado...

-¿Seguro que crees que te estoy engañando? Bueno, te digo algo para que sepas algo de mí: no es mi estilo, no voy mintiendo a la gente...

Pero él ignoró lo que empecé a decir y siguió analizandome. Me reí al escuchar que pensaba que era sensual y un pájaro libre. ¿Cómo hacía para unir esos dos conceptos en una misma frase?

-¿Tienes que estar observando y analizando todo lo que tienes a tu alrededor? Puede que aciertes en algunas cosas, porque claro, son obvias, pero no creo que llegues a descubrir mucho más... -dije mientras ponía los ojos en blanco y me cruzaba de brazos, poniendo una sonrisa torcida.

- Me gusta analizar a los de mi alrededor, de esa forma puedo conocer ligeramente a la gente, y depende si me trasnmiten buenas o malas vibraciones, actuo de una forma u otra...

Le contesto a lo que ella me dice, y despues hago un chasquido de dedos y dicho arbol desaparece sin dejar ni rastro, momento que aprovecho para acercarme a ella, hasta el punto de rozar y con mi mano derecha le subo el mentón diciendole:

- Me trasmites buenas vibraciones pequeña, así que te auguro una prospera estancia en la academia, porque si de lo contrario me hubieses trasmitido malas vibraciones, hubiera sido un infierno para tí.

Dicho esto me separe de ella y me puse las manos en el bolsillo.

- Era broma, no soy un demonio.

El árbol desapareció y me quedé mirando el espacio vacio fijamente con los ojos un poco entrecerrados. -¿Por qué lo quitas? Era bonito... -Dije mientras todavía fijaba mi vista en el lugar que antes había ocupado el arbol, sin esperar que él se acercara hasta el punto de tocarme y levantarme la barbilla. No me gustaba esto de estar siempre embobada, y que el me pillara siempre desprevenida...

¿Así que yo le trasmitía buenas vibraciones? Intenté no reírme porque parecía bastante serio en lo que decía, y no quería que me metiera a su lista negra, con tan sólo llevar un día en la academia.

Se alejó y di instintivamente un paso hacia atrás, temiendo que quizás estuviera bromeando y tuviera algo más en mente. -No estoy segura de si creerte o no, Ewan A. Destiny XII. Aunque yo intente analizarte, no sé que vibraciones transmites, eres como una piedra que no deja ver nada, frío y distante. -Hice una pausa, temiendo su reacción. Mi intención no era decir todo aquello en un principio-. Pero si dices que me espera un buen año en la academia, intentaré creermelo -dije intentando sonreír, pero avergonzada por mi confesión anterior, bajé la mirada y me callé.

Cerre los ojos por unos segundos, y conte hasta diez, y en cuando llegue a diez, finalmente estalle a carcajada, aquello si que era gracioso, esa chica se había atrevido a analizarme, y para colmo dio de lleno, en su analisis, pero de la misma forma que me estaba riendo, finalmente me calle y me quede en silencio otros diez segundos.

- Así que una piedra que no deja ver nada, frío y distante...,, eso si que a sido gracioso.

Le mire fijamente y me acerque de nuevo hacía ella para levantarle el mentón y hacer que nuestras dos miradas se encontrasen durante otros diez segundos y despues me separe de ella:

- Gracias..., hacía tiempo que no me reía tanto, y como soy una persona que recompensa a quellos que le ayudan, voy a enseñarte algo que no suelo enseñar...

Dicho eso me saque la mano del bolsillo y dije algo en latín y de repente todo nuestro alrededor el invernadero había desaparecido, estabamos en una playa kilometrica y de agua cristalina, posiblemente una del caribe...

- Eso solamente uno de los dos elementos que uso..., ¿Te gusta?

No era capaz de levantar la mirada después de lo que había dicho. Ambos nos mantuvimos en silencio durante unos momentos y de repente, empezó a reír. Pero no a reirse como hasta ahora, sino a carcajada limpia. Abrí los ojos como platos y pero no levanté la mirada, sino que intenté vislumbrar entre el pelo que me caía sobre los ojos. ¿Qué significaba eso? ¿Qué era mentira? ¿Acaso lo había malinterpretado completamente?

De repente, volvió a levantarme la cara y nos miramos directamente a los ojos. No dije nada porque no sabía como reaccionar, ni como él iba a seguir reaccionando. Cuando me dio las gracias, contesté automaticamente: -De nada.

Cuando se alejó y dijo algo que no entendí, en un parpadeo, nos encontrabamos en una playa, de aguas claras y limpias y arena blanquecinas. Boquiabierta, giré mi cabeza hacia él y sonreí. -Es... wow, ¿en serio puedes hacer todo esto? -Volvi a mirar toda la playa, pensando en si seria una buena ocasión o no para bañarse, pero decidí que no. Ya más tarde me pasaría por la piscina...

Intenté levantar un poco de agua girando mi mano, pero no pasó nada. Simplemente el agua no se movió. Parpadeando, me acerqué hasta la orilla y volví a intentarlo. Nada. Me volví y caminé hasta él. -¿Tus playas son defectuosas? No consigo mover el agua y para ser de lo poco que puedo hacer, no es normal.

- ....

¿Como?, como era posible, tres años de estudio día a día y habia conseguido crear unas ilusiones casi reales, y si decía que eran defectuosas, ahora le iba a enseñar lo defectuoso que era mi estilo, mejor dicho aunque eso me dejase agotado, iba crear una ilusión... similar a la que hice ver a James hace tres años...

Suspire y junte mis dos manos cerrando los ojos mientras recitaba un largo sortilegio, del cual el minimo error podía hacer que en lugar de ella quien recibiese el hechizo era yo..., pero por suerte lo había dicho bien... y mientras recitaba dicho sortilegio, pensaba en la imagen de ella estando atada al palo del centro del invernadero como un espantapajaros mientras los cuervos se ponían encima de ella...

Solamente serían tres segundos..., que quizas ni ella se diese cuenta y eso la confundiria, pero ese era un nivel cercano a la perfeccion de las ilusiones, ahora ella durante tres segundos dicha ilusion que le hice era realidad, pero terminados los tres segundos ella quedaria libre de mi ilusion, y yo... tendido al suelo medio cansado, solo tres segundos me habían agotado, hace tres años casi muero por esto, y ahora con solo tres segundos me sentía cansado...

No decía nada. Seguían pasando minutos y el chico no contestaba. ¿Qué había dicho? Había vuelto a malinterpretarlo, seguro. Me quedé mirandolo sin decir nada, en principio esperando a que se riera de mi broma. Nada. Ni hablaba, ni reía ni se movía.

Directa, ya había entrado en su lista negra para el resto de la eternidad...

De repente susupiró y empezó a volver a hablar en ese idioma que no entendía, pero que por el acento, parecía ¿latín? ¿Seria cierto? No entendía nada, y no sabía si interrumpirle o no.

-Ew -Cuando me decidí a hablar, directamente me quedé callada, pues ya no estaba en una maravillosa playa, sino de vuelta al invernadero, en medio de éste, pero estaba oscurecido y estaba sola.

De repente, estaba sobre un estandarte, o palo o algo así, no estaba segura de lo que era. Se me escapó un jadeo del susto, y me vi como un.... ¿espantapajaros? Sí, además unos cuervos empezaban a volar hacia mí, pero yo no me podía mover ni hablar para espantarlos. Simplemente estaba ahí. Intenté gritar, pero no pude. Con las lágrimas a punto de saltarseme, y desesperada, volví a encontrarme en el invernadero, a plena luz, y acompañada. Pero mi compañia estaba medio tirado en el suelo, jadeando.

-¡¿Qué mierda era eso?! Dios, Ewan, ¿qué ha pasado? Estaba... estaba oscuro y sobre un palo y no podía moverme -dije apresuradamente mientras temblaba. Pero Ewan estaba tirado al suelo sin poder contestarme. Me acerqué hasta él para ver que pasaba mientras notaba como las pequeñas corrientes de electricidad me recorrían, antepaso que significaba que enseguida aparecería la luz y armaría alguna...

- ..., esto... es...el maximo... de mi poder..., pero... por desgracia... mis ilusiones reales no son bonitas..., lo siento Val...

Hablar me estaba costando, me sentía agotado, era demasiado joven y mi poder magico era limitado, que estupido había sido, pero aunque ese fuese mi ultimo suspiro de vida, suspire y continue diciendole:

- No...te gaurdo... rencor alguno..., solo queria demostrarte... mi orgullo... mi...ilusión perfecta...

Dicho esto me quede insconsciente, debido al agotamiento.

Estaba tirado en el suelo, jadeando, cuando me acerqué intentó hablar, y tuve que agacharme para ponerme de rodillas a su nivel y acercarme más para escuchar lo que decia.

Muchas preguntas me daban vueltas en un momento en el que ni siquiera sabía la velocidad por la que pasaban por ella: ¿El máximo de su poder? ¿Por qué estaba usandolo? ¿Así que todo habían sido ilusiones? ¿Por qué me había hecho creer que era un espantapajaros?
No llegaba a entender nada. Estaba desesperada, sobre todo cuando Ewan quedó inconsciente.

Empecé a dale golpes en la cara intentando que despertara y me abriera los ojos. -Ewan! Despierta! No, no, no, no me hagas esto. Despiertate. Mierda, venga, ¡despierta! Di algo o yo que sé. Esto no es normal... -En ese momento me recorrió un escalofrío por la espalda, que sentí bajar hasta mis dedos. Con la mano que apoyaba sobre su pecho noté como daba un pequeño chispazo y la retiré inmediatamente, asustada.

¿Qué acababa de pasar? ¿Un nuevo efecto indeseado de la luz? Nunca antes había pasado nada parecido, por muy nerviosa que estuviera. Sin saber que hacer, me aparté más todavía, con miedo a que había podido hacer algo verdaderamente malo.

Estaba tendido al suelo por culpa de una grave negligencia, que había cometido simplemente por el hecho de querer demostrarle a una chica de lo máximo que podía llegar, no quería hacerle daño, simplemente hice la ilusión para mostrarle que aquello era real, pero mi limite estaba en unos pocos segundos, hacía tres años casi morí por aquello, pero si hacía tres años no morí, todo apuntaba a que esta vez sí era mi final…

Maldita sea no quería morir, no sin cumplir mis aspiraciones, no quería morir pero apenas tenía poder mágico, eso me dejo terriblemente fatigado, y me notaba cansado, tan cansado que incluso los ojos me pesaban, empezaba a sentir frío…

Sí…, justamente a mi lado estaba la muerte, no podía ni ver ni escuchar, pero sabía que ella estaba allí, me la imaginaba con su túnica oscura hasta los pies, y cerca de mi cuello había depositado su fría guadaña, esperando a que mi hora llegase para usar la guadaña y arrebatar mi alma para llevarla al mundo de los muertos, lugar donde seria juzgado por mis pecados, pecados que no tenían perdón de nadie…

Una vez muerto seria juzgado por un jurado compuesto de todas aquellas personas que mate voluntariamente o involuntariamente, no importaba…, sabía que ese momento llegaría tarde o temprano, solamente que aún no estaba preparado.

No quería morir… no aún… pero cada segundo que pasaba sentía como la guadaña de la muerte estaba rozando mi cuello preparándose para llevarse mi alma, ya casi podía sentir el frío, los fríos suspiros de la Muerte, la Parca, el Segador, no importaba el nombre todo era lo mismo, ya había quedado claro de que iba a morir.

Pero entonces fue cuando sentí otra cosa, no era algo frío, sino caliente, era un escalofrió que me recorrió por todo el cuerpo, circulando por los nervios hasta llegar al cerebro, el cual se encargó de dar órdenes a mí corazón que se había aturado y que funcionase de nuevo, de esa forma es cuando mi corazón empezó a latir de nuevo lentamente y poco a poco notaba como la fría hoja de la guadaña de la muerte se alejaba de mí, fu entonces cuando abrí los ojos y vi a la muerte que rápidamente se alejaba de mí, había sobrevivido a la muerte… no sé cómo fue, pero estaba vivo, fue entonces cuando vi algo lejos a Valerie, esa chica era la que estaba seguro de que me había salvado a pesar de que yo hubiese hecho aquello…

- …Gracias…

Dije mostrándome amable aunque un poco cansado después de todo, y rápidamente intente levantarme del suelo…

- Te debo la vida… ¿Cómo puedo pagar mi deuda?

No sé cuanto tiempo me quedé petrificada a cierta distancia de Ewan, después de que pasara lo que acababa de hacer. Temía volver a tocarlo y que lo electrocutara de nuevo, así que no sabía como asegurarme de que no estaba muerto o que al menos estaba bien. Las palabras no me salían, y dudaba que él pudiera contestarme.

Al cabo de unos segundos, los ojos de Ewan se abrieron de golpe y cogió una bocanada profunda de aire. -Gracias -me dijo

Intentando levantarse me acerqué hacia él, porque parecía que iba a volver a caerse, pero rápidamente me quedé quieta antes de darle la mano y ayudarle. ¿Qué yo le debía la vida? ¡Pero si casi lo mato! Primero por ponerse a hacer el gallito y hacerme ilusiones y luego por la electrocución, a la próxima ya lo veía tirandolo por un balcón o algo así, para que ya no sobreviviera...

-No me des las gracias.... Yo... ¡Casi te mato, por dios! -dije elevando la voz, sin poder impedirlo, Me alejé y me giré, caminando un poco y soltando un largo suspiro. Debía alejarme de allí, volver a mi habitación y no volver a salir de allí nunca...

Observe como ella me hablaba y rapidamente se alejaba del sitio, parecía nerviosa, exaltada, me preguntaba si aquello le había afectado tanto como parecía, así que rapidamente corrí hacía ella, estaba agotado, y cada paso que daba era un suplicio, pero no iba a dejar las cosas de esa forma, así que le rodee la cintura con mis brazos para atraparla y no dejar que ella se fuese...

- Hey... me has salvado la vida, y eso es algo que jamas olvidare...

Dicho esto me separe de ella y camine lentamente para ponerme delante de ella y suspire agotado, no tardaria en caerme de nuevo, desde luego estaba agotadisimo y cada ejercicio era doloroso...

- Valerie Rousseau, estudiante de Yellow Fire..., acepta que te deba una... y se como pagarte mi deuda...

Suspire, sacandome la cartera y de esa saque una targeta de presentacion con mi nombre y numero de movil...y se la entregue aunque mi pulso estaba temblando y mucho..

- A partir de ahora... tu eres mi protegida...siempre que tengas problemas, llamame y vendre...