Tarde en el Invernadero [ Valerie] [CERRADO]

Otra vez Val, se estaba subestimando a si misma asi que me encogí de hombros mientras pensaba en que decirle, pero mientras lo pensaba si le dije algo sin apenas pensarlo, era una respuesta reflejo a sus primeras palabras,

- Moe es, que eres mona, no se... te ves muy mona y me llamaste la atención, quizas mi instinto de cazador se despertaron en verte, pero no te preocupes soy inofensivo. - Le dije mientras le guiñaba el ojo de nuevo y me reia por mis propias palabras.

Luego me quede en silencio unos segundos pero no tarde en hablarle de nuevo:

- Reconocelo que me espiabas, y que te ha gustado lo que has visto, no puedo leer mentes pero lo se, y si quieres puedo enseñarte de nuevo e incluso puedes tocar todo lo que quieras, por un modico precio que es una moneda de oro, a que es barato eh! precio de amigo!

Dicho esto me estaba retorciendo de la risa por aquello, ¿Ewan? ¿Gigolo?, lo nunca visto, pero esperaba que nadie mas lo viese..., asi que me puse mas serio y le dije cuando ya tenia todo bien pensado:

- Val, te estas subestimando y mucho, tu tienes la palabra para revolucionar al mundo, vamos Val, no me interesa el mundo ni nada por estilo, pero tu puedes... hacer que todo cambie, que el pueblo sea el estado y no los nobles, tus ideologias.. son afines a la mias y me has conmovido..., unete a mi Val, juntos cambiaremos el mundo...

Dicho esto le tendí la mano, esperando que ella me la diera...

- Val... piensalo bien, podemos cambiar el orden del mundo...

Me puse a reír. ¿Me estaba ofreciendo favores... a cambio de dinero? Decidí que lo mejor sería pasar a otro tema, por si acaso acababa descubriendo que el presidente del consejo era un gigolo secreto en sus ratos libres en la academia... Dejé de pensar en eso mientras ponía los ojos en blanco.

-Bueno, te acepto eso de Moe, aunque no sé qué pensar de ti siendo un "cazador"... No te veo como cazador, pero tampoco como una mosquita muerta inofensiva -dije mientras me reía-. Pero tampoco es necesario que te pongas a explicarlo ahora...

Mmm... ¿cambiar el mundo? Parecía un poco exagerado para ser una chica de 18 años que apenas acababa de entrar en el "mundo mágico", así que intenté explicarme un poco mejor: -No me interesa la política. Es cierto, no la entiendo. Ni me gusta. A final... todos los politicos acaban corruptos y no sé, mis ideas siempre fueron un poco "radicales" si las quieres llamar así, pero tampoco como para ponerme a iniciar una revolución y armar alguna... ¿Entiendes a lo que me refiero, no? -Hice una pausa, mientras me imaginaba como una luchadora en contra de los poderosos. Intenté no reirme por el ridículo que haria-. Ahora -dije rápidamente-, si tu quieres cambiar el mundo, yo te apoyo, ¿eh?

Escuche todo lo que ella me dijo y no pude evitar empezar a reir, pero no por ella, sino por mi, enserio aquello si que era interesante, esa chica no solo tenia el poder de la eletricidad, sino que tambien podia conmover el corazón de los demas, ¿Acaso aquello era una magia mas poderosa que mi misma sangre maldita?, quizas... ella...podría... no, no eso no es posible...ademas es peligroso..., eso era lo que pensaba en ese momento, pero de repente me puse serio de nuevo y suspire...

- Val... tienes el poder para abrir la caja de pandora..., y has acertado, no soy un cazador, pero tampoco soy una mosca muerta, aún así que soy?, tu has visto a traves de mi? te haces una idea de como soy?, quizas puedas comprenderme... y eso me asusta, así que te dare una recompensa, todo lo que te contado solo era una mentida, en realidad no tengo interes en revoluconar el mundo, ni tampoco quiero matar a una persona, en realidad yo no puedo dañar a la gente, solo que simplemente vivo y hago vivir una mentida a los demas..., solamente soy una persona que por alguna razón... hace eso... pero esa razón es sollo mia y de nadie, mas, considerate afortunada, eso solo te lo e contado a ti, y espero que guardes mi secreto.

Dicho esto me acerque a ella y le di un beso en la mejilla.

- Seamos amigos, por una vez quiero hacer las cosas bien.

Esbocé una pequeña sonrisa cuando se rió de mi comentario. De acuerdo, hoy no ibamos a cambiar el mundo (y lo más probable era que nunca), pero al parecer no era algo que le importara demasiado, o tal vez de momento.
Ya me había acostumbrado a escucharlo reír; lo que al principio me sorprendía y me daba miedo porque no sabía qué esperar de su respuesta, ahora parecían sonrisas y risas naturales, sin forzar, o al menos esa era la impresión que me daba. Incluso cuando se quedaba callado y simplemente miraba seriamente, no me parecía tan seriamente como hace un rato.

Después de volver a confesarme que él sólo tenía una razón para hacer lo que estaba haciendo, me quedé callada y escuché todo lo que decía. Tras eso, mientras todavía estaba esperando a que añadiera algo más, se acercó y me dio un beso en la mejilla, algo que no esperaba en absoluto, por lo que me ruboricé ligeramente y bajé mi mirada al suelo. Me pedía que fuesemos amigos, algo para lo que no tenía ninguna queja, así que asentí debilmente con la cabeza, mientras intentaba que se me pasara el rubor para subir mi cabeza nuevamente.

Intenté contestarle a su duda anterior para así dejar de pensar en ello y serenarme un poco. -No... -titubeé-, deberías saber que no veo a través de ti, ni aunque lo intente, creo... que tal vez eres demasiado frío y no dejas que los demás te puedan conocer con un simple vistazo. Quizás después de todo lo que ha pasado pueda llegar a comprenderte mejor, pero todavía sigues siendo una caja de sorpresas, Destiny. Yo, por ejemplo, me considero una persona fácil en ese sentido de saber cómo se es, aunque por propio instinto me suelo alejar de la gente en quien no confío. Siempre habrá gente con la que seamos más afín, ya sea porque compartimos cosas con ella en el pasado o porque nos da la sensación de que podemos confiar en ella... -Hice una pequeña pausa para coger aire- Sin embargo, te puedo asegurar que ya he encontrado una persona así aquí en la Academia. -Sonreí debilmente.

A pesar de que me sentia, mmm ¿Feliz? sonreí tristemente, mientras escuchaba sus palabras las cuales me sorprendieron, en gran parte, me gustaba estar con su compañia, pero lo que mas me sorprendio fue cuando me dijo que era una caja de sorpresas, aquello en otras circunstancias hubiera empezado a reirme a lo loco, pero esta vez era distinto asi que me quede en silenecio mientras seguia escuchando sus palabras de nuevo y en cuando termino de hablar, cogí aire y sonrei diciendole:

- ¿Una caja de sorpresas?, si... soy eso... pero la vida tambien es una caja de sorpresas, nunca puedes saber que puede ocurrirte, sea bueno o malo, pero bueno eso no importa, respecto a si has conocido a alguien en esta academia, con la que puedes confiar, me alegro muchisimo por tí

Despues de eso sonreí y suspire...

- Yo tambien he encontrado a esa persona, una person a la cual cuando llegue el momento le podre entregar mi corazón, Val muchas gracias por esa charla que tenemos, te puedo jurar que ese recuerdo sera como un tesoro, porque el corazón en realidad no es un organo, el corazón es mas que eso, el corazón es cada uno de los recuerdos, el sentimiento de amistad, el amor, todo eso es el corazón y cuando llegue el momento yo te entregare eso...

Dicho esto la abrace de nuevo y me separe rapidamente.

. Perdoname me has emocionado, y yo me emocionado... un poco, no pienses que voy a morirme eh!, solo me deje llevar por las emociones....

Ehhhhh... Esto posiblemente ya me parecía raro. No es que no me gustara lo que se podría decir el "contacto físico", pero normalmente lo evitaba mientras fuera necesario. Y hoy, ya llevaba más contacto que cuando me despedí de mi familia antes de venir a la Academia. Dí instintivamente un paso hacia atrás, haciendo todo lo posible para que no se notara que me alejaba tras tanto afecto, pero probablemente se me notara... No era demasiado buena en esconder mis actos.

-Hablas de una forma muy rara, Destiny, como si pensaras que te queda poco tiempo de vida porque tuvieras una enfermedad terminal o porque esperas que pase algo... por así decirlo, bastante malo... O quizás, simplemente tienes alma de filosofo -me reí para quitarle un poco de hierro al asunto y relajar un poco el ambiente-. Definitivamente eres un filosofo, o poeta o algo -solté una carcajada al recordar el comentario sobre el corazón.

Me acerqué hasta él y le golpeé con un dedo sobre el pecho. -No me vale eso de ponerse sentimental, ¿eh? ¿Qué voy a pensar ahora de ti? ¿Que es una fachada tu pose seria y fria? -Me reí timidamente y suspiré-. Vale, ahora fuera de bromas, me alegro que tu también hayas encontrado a esa persona y esperaré al momento en que seamos amigos, porque, bueno, en realidad, eres el primer amigo que tengo aquí... Yo también recordaré esta tarde en el invernadero, y el calor que hace aunque no lo parezca -bromeé.

- No tengo enfermedad alguna, pero tampoco soy un filosofo, así que queda la ultima opción, algo muy malo pasara, tarde o temprano los errores del pasado acaban pasando factura, pero no te preocupes, ahora que te conocido no tengo intención de morirme, me tendras aqui dando la lata todos los dias.

Le conteste mientras me reía como si no pasara nada, simplemente, no estaba seguro de que algo malo hubiera de pasar, pero tampoco lograba estar tranquilo.

- Val, no te preocupes por mi, tengo cuerda para mucho tiempo, y bueno presiento que pronto seremos muy buenos amigos, de eso tenlo por seguro, no pierdas nunca la fe y el corazón, sobretodo eso ultimo, eso es lo que nos hace ser quienes somos, recuerdalo siempre, y no olvides nunca quien eres, bueno quizas si soy filosofico, aunque quizas este es mi papel a la vida,prepararte para la vida, ais no me hagas caso ese viejo ya delira mucho.

Eso ultimo lo dije a plena carcajada de risa por mis propias palabras, pero de nuevo me puse serio y le dije:

- Me alegro que recuerdes esta tarde en el invernadero, eso me hace feliz.

Ewan me desconcertaba mucho. Afirmaba que no tenía enfermedad alguna, pero hablaba como si le fuera a pasar algo, o como si lo presintiera, de eso estaba completamente segura. En realidad parecía más enfermo que filosofo, pero decidí dejar el tema si él prefería no hablar del tema o es que en realidad yo me estaba montando peliculas en la cabeza y me empeñaba en afirmar que estaba enfermo.

-Bueno, te... creo si dices que no pasa nada. No me preocuparé... al menos excesivamente -dije en broma y después me reí-. Vale, nos preocuparemos lo estrictamente necesario según la situación, ¿te parece bien? Bueno, no perderemos ninguno la fé y el corazón y esas cosas -hice una pequeña pausa, mientras ponía los ojos en blanco-. Como ves no se me da bien estas cosas sensibleras... Pero, eh, yo seguiré siendo fiel a mí misma y a mis creencias y valores éticos y esas cosas... No pretendo ser alguien diferente, ni ahora que vine a Hellfire ni más adelante, ni tampoco cambiaré por nadie ni por intentar ser lo que no soy... Eso es... algo patético, a decir verdad, pero bueno, hayá cada uno con lo que haga o deje de hacer. Yo, simplemente miraré por mí, por mi bien -hice una pequeña pausa, reflexionando-, bueno, y quizás por el bien de los más cercanos a mí, pero ya está. La experiencia te enseña a ser así, y a que todo el mundo a tu alrededor miente, por lo que es díficil que alguien entre a esa categoría de que yo mire por el bien de los demás, y -miré fijamente a Ewan-, aunque me taches de egoísta, es lo que en realidad nos funciona para seguir adelante...

Haciendo una mueca, me quedé paralizada. "Vaya discurso filosofico acabo de dar". -No me hagas caso a todo lo que acabo de decir, quizás yo también deliro a estas alturas. Resumiendo, seremos amigos -dije riendo.

Escuche su discurso filosofico mientras miraba a sus ojos mientras ella me estaba hablando,pero mientras la escuchaba estaba mostrandole una sonrisa, mientras la escuchaba pensaba en sus propias palabras, las cuales tenía razon, me gustaba su forma de hablar y razonar las cosas, de hecho no me había equivocado en pensar todo aquello de ella, sin duda sabía que ella era especial, incluso mas especial que yo, pero no solamente eso... simplemente me limite a escuchar lo que ella me dijo, y en cuando termino le aplaudi con las manos y sonreí diciendole:

- Un buen razonamiento, y no creo que delires, sino que tienes toda la razon en tus palabras, seamos amigos Val.

Termine mientras le daba la mano y sonreía.

- Me gusta tu vena filosofica Val.

Vaya una tarde de reflexiones filosoficas estabamos teniendo. La verdad, esta conversación, en otro contexto, diría que podría ser de locos. Pero no, aquí estabamos, hablando sobre valores éticos de cada uno, política... Ahora sólo nos quedaba hablar de horticultura, que para eso estabamos en el invernadero.... Me reí por el pensamiento.

-¡Pero no me aplaudas! -Me lancé a pararle las manos para que dejara de aplaudir-. No me aplaudas que me pongo roja, -dije, mientras me reía. Solté sus manos y entrecerré los ojos de broma, para parecer enfadada. No sabía exactamente qué pensaba Ewan del contacto con desconocidos, aunque tenía la ligera sospecha de que no le incomodaba, ya que la idea de mi cabeza era la del presidente del consejo con todas las alumnas suspirando por este chico de ojos negros, y también algunas cosas más con esas chicas... Me quedé pensando un rato como eran las cosas por aquí en el tema de relaciones, pero dejé el tema rápidamente pues no era mi misión aquí. "Concentrate, Val" me repetí. Dejando mis reflexiones para cuando estaba sola, intenté sonreir para pretender que no ocurría nada.

-Vale, creo que ya tuvimos dosis de filosofía de vida suficiente para hoy y quizás para un par de días más...

Miré a mi alrededor. ¿Este invernadero era de uso privado del presidente? No se veía a nadie más por los alrededores, o quizás, si se utilizaban en alguna clase, todavía no estaban empezando a cumplir su función. Intenté despejar mi duda preguntando. -¿Esto es tuyo solo? mmm... ¿sueles estar mucho por aquí?

¿Que no la aplaudise? pero si sus razonamientos eran mejores que los mios, me gustaban y que yo aplaudiese era un acto instintvo pero en cuando me dijo que lo dejase de hacer, le hice caso, no quería enfadarla asi que era mejor obedecer antes de que las cosas se pusieran mal, pero no creia que fuera a pasar eso.

- Estas muy guapa cuando te sonrojas, bueno solo es mi opinion, y estoy seguro que muchos otros chicos piensan como yo.

Esto ultimo desvie un momento la mirada y me sonroje un poco por unos segundos hasta que de nuevo me puse serio y vi que me habia cogido las manos pero luego se separo, pero no dije nada sobre eso, a decir la verdad no me molesto nada, simplemente me quede sonriendo, pero luego ella cambio de tema completamente lo cual me sorprendio y me dejo descolocado, no obstante no tarde mucho en contestarle:

- Sí, solo es mio de hecho este es mi lugar secreto, donde no solamente cultivo las cosas, sino que tambien tengo enterrados mis secretos, ya sabes... como el famoso Libro Secreto del Presidente, ya sabes un libro... que se pasa de presidente a presidente del consejo, donde estan relatados los secretos de cada uno... pero eh guardame ese secreto, todos quieren dicho libro.

Intenté no ruborizarme de nuevo ante su comentario. Ya era bastante que fuera tímida, y estuviera intentando dejar atrás mi timidez, pero esto no me ayudaba. De ahora en adelante intentaría que no me afectaran tanto este tipo de comentarios, porque si no no iba a llegar muy lejos... Puse los ojos en blanco mientras me di cuenta como Ewan apartaba su mirada y se sonrojaba ligeramente. ¡Oh, dios, habia conseguido poner colorado al presidente del consejo! ¡Al frío del presidente del consejo! Me reí a carcajadas, y aunque, probablemente me viese como una loca que se ríe sin motivos, me daba igual porque no podía parar de reír.

-Vale, vale, no me mires mal, es que me vino una cosa a la cabeza y no podía parar de reír... -dije cogiendo aire-. Así que este es tu lugar secreto y de secretos... Muy bien, Destiny, acabas de descubrir tu secreto a alguien que acabas de conocer -empecé a negar con la cabeza-. ¿Qué quieres que piense ahora del presidente del consejo? ¿Que a la mínima desvela los secretos? -reí-. No te preocupes, que no lo voy a desvelar, aunque quizás me dé la curiosidad por echarle un vistazo a ese libro... -Eché a correr como loca por el invernadero mientras hacia como que miraba para encontrar el libro, mientras de vez en cuando miraba hacia detrás por si me perseguía.

No podía creerme que estuviera quedandome tanto con Destiny, y que me permitiera reírme tanto a su costa, pues ayer mismo pensaría que a la mínima nos torturaría si pudiera... Pero ya empezaba a acostumbrarme que eso era solo una fachada y que en realidad no era así.

Al fin paré porque me había cansdo y dije: -¡Es broma!

Observe como Val empezaba a reir sola lo cual la hacía mas encantadora me parecía, asi que sonreí de nuevo en cuando ella me dijo que se le había pasado algo por la cabeza, algo que me llamo sumamnte la atención y no pude evitar en dicirle:

- Vamos, Val, dime que has pensado.

Pero ella no decía nada, simplemente se limitaba a reir a carcajada limpia, cuando de repente, ella no dijo nada de sus pensamientos, mas bien me hablo sobre cierto secreto que le revele, lo del libro, así que quería leer los secretos de los presidentes, interesante..., no obstante primero deberia encontrarlo, cosa que era dificil dado que el Invernadero era mucho mas de lo que parecía, pero no iba a revelar mas de mis secretos.

- Si quieres leerlo eres libre de hacerlo, pero primero debes encontrarlo y no es facil, porque si esta en ese invernadero, pero no tecnicamente, bueno si algun dia decides buscarlo ya lo descubriras....

Despues de que ella empezase a revolotear por ahí sonreí me gustaba su actitud de pajaro libre, al contrario de mi, Val era una chica risueña y libre, pero yo no era nada de eso, pero bueno pronto seria libre.

- Bien, me parece bien que sea una broma, pero si quieres leer el libro te dejo.

Me crucé de brazos cuando me giré para mirarlo. No era mi intención encontrar el libro de secretos, sino hacer un poco el tonto. Me encontraba de muy buen humor, y de vez en cuando se me pasaban estas cosas por la cabeza.

Fingí estar molesta por el tema del libro. -No está -lo miré fijamente-, aunque bueno -pensé luego-, si es secreto por supuesto estará bien escondido, por lo que no lo voy a encontrar. Yo suelo ser bastante despistada, probablemente estaría delante de mi y no lo vería... -puse los ojos en blanco. Mi mejor amiga de la infancia me solía decir "Si fuera un lobo te hubiera comido, Val". Y tenía razón. Bueno, en realidad no es que quisiera conocer los secretos ocultos de los presidentes, solo... era por hacer una pequeña broma.

Volví a acercarme donde estabamos antes, confesando -No, no quiero leer ese libro, sólo era una tontería. Además, el por qué me reía es secreto -sonreí maliciosamente-. Todavía más secreto que tu libro. Y no hay forma posible en el mundo de que lo confiese. -añadí volviendo a poner los ojos en blanco.

Me aparté un paso hacia mi derecha para alejarme dramaticamente de Ewan, haciendo ver que nunca le diría eso. Ultimamente no era una chica que confiara en la gente, ya que me costaba muchísimo, sobretodo si esas confesiones tenían que ver con mi vida privada o con mis sentimientos. Sólo había una persona en la que había confiado plenamente, y me había traicionado y mentido en lo más importante. Sería muy díficil volver a ser la chica confíada que hace años vivía sin preocupaciones, aunque a decir verdad, lo de las preocupaciones no era algo que me preocupara demasiado. Suspiré pesadamente y miré de nuevo a Ewan, esperando una respuesta que me volviera a poner de buen humor.

¿Con que mas secreto, que el mismo libro?, interesante, eso cada vez era mas interesante, pero despues de todo, mire su actitud e movimientos y algo me decía que estaba molesta así que decidi dejar el asunto del libro por cerrado, y me acerque de nuevo a ella, ya mas recuperado de mi magía, así que esta vez no iba a hacer una ilusión, iba a enseñarle algo de mi magia oscura así que sonreí y le pedi que se apartase un poco.

Acto seguido use mi magia oscura para abrir un pequeño vortice que absorbieron todas las flores que habían a un rincon del invernadero, pero luego cuando lo cerre, lo abri de nuevo cerca de ella y ese solto todas las flores que cayeron danzando encima de ella, como una lluvia de petalos.

- Te e visto que estabas algo mal, asi que queria animarte un poco, esto si es real, y no como la ilusion del arbolito. - Le dije mientras sonreía.

Despues de eso me acerque a ella y le mire fijamente a los ojos diciendole:

- Val, No quiero que estes mal, así que si necesitas cualquier cosa tienes aqui a tu protector que te protegera de todos, ¿Que me dices?

Termine por preguntarle mientras mira fascinado mi obra de arte con los petalos de la flor, eso si era arte, y no otras cosas que hacía la gente.

- ¿Te gustan?

Al parecer, Ewan si había notado mi cambio de humor, o esa fue mi impresión, ya que se acercó hasta donde me encontraba. En principio me senti confusa ante su petición de que me apartara, pues no entendía ni el motivo ni sus intenciones, pero cedí y me aparté un par de pasos hacia atrás, cruzandome de brazos en el pecho y diciendole, -¿Así bien? ¿O me alejo un poco más?

Ni siquiera me constestó, y eso era algo que no me gustaba en absoluto. Que pasaran de mi y me ignoraban mientras hablaba me ponía de los nervios, además, mi estado de mal humor no me ayudaba a evitarlo. Pero todos estos pensamientos se perdieron cuando hizo algo para que desaparecieran las flores. ¿Otra nueva ilusión? ¿Pero qué se creía que estaba haciendo? Sin embargo, noté lo que en principio creí que eran pequeñas gotas de lluvia, pero no podía ser, pues estabamos a cubierto. Cuando me centré, comprobé que eran las flores que hacía un momento habían desaparecido. Cientos de flores cayendo sobre mí como su fuera una lluvia de pétalos. Abrí la boca mientras sonreía ampliamente y empecé a reír. Pero reír a carcajadas. ¡Esto era precioso! Empecé a dar vueltas como pasaría en una película, mientras seguía riendo. Ni siquiera me di cuenta cuando me dijo que lo hacía porque me notaba algo triste y se acercó. Me paré, un poco porque empezaba a estar algo mareada, y también porque Ewan me miraba fijamente. Escuché atentamente ahora sí mientras hablaba, sin interrumpirlo, con mis palmas de las manos hacia arriba para notar como las flores seguían cayendo, y ver, que si esto era otra ilusión, me quedaría en ella el tiempo que fuera necesario.

No le contesté si me gustaba o no, sino que directamente me lancé a sus brazos y le abracé. -¿Tú qué crees? -dije riendo todavía. Debería dejar de reír, pues ya empezaba a notar que me dolía el estómago de tanto reír.

Cuando Val me hablo en el momento que le pedí que se apartara, parecía molesta, pero no hice caso, no le hablaba porque estaba concentrado en aquella magia que iba a usar, no quería absorberla a ella, por lo cual no quería causar un estropicio, principalmente porque nunca había intentado absorber una persona…

Ewan no pienses en eso, simplemente piensa en hacer aquello que deseas, primero era coger las flores y después expulsarlas pero de la forma que parezcan una lluvia de petalos, mas bonita que las mismas ilusiones, por lo cual era importante no absorber los adobos del suelo, no obstante mi magia fue un éxito y a los pocos segundos una lluvia de petalos estaba cayendo encima de ella.

Me acerque a ella después de preguntarle si le gustaba, y en respuesta a mi pregunta ella me contesto con otra pregunta al mismo instante que ella me abrazaba, abrazo que me me gusto, y que no me separe de ella, Me gustaba estar con Val, era una chica dulce, risueña y que además de muy guapa, tenía algo que la hacía única, por lo cual me gustaba estar a su alrededor.

- Creo que si te gusta, y por como estas riendo, creo que hasta te ha encantado mucho.

Le dije mientras respondía a su abrazo de nuevo y continuaba mirándola pero esta vez no la miraba fijamente, sino que la miraba normal, una tierna mirada, pero nada de mirada pastelosa, era una de tan normal como muchas cosas, dios me estaba liando de pensamientos, eso era a causa de los nervios?, maldita sea… no quería colapsarme, eso me pasaba cuando estaba mucho con una chica, pero tenia que desconectar mis pensamientos antes de que ella se diese cuenta.

- Eso es mas bonito que las ilusiones, y eres la primera persona en verla, justamente ayer acabe de perfeccionar el vórtice que use para coger las flores y luego expulsar los petalos, bueno espero que lo disfrutes al máximo.

¿Me había escuchado? Ya me estaba colapsando, necesitaba desconectar mis pensamientos de nuevo, pero esta vez tenia que ser ya, porque qyuzas ella no se daba cuenta, pero yo me estaba sientiendo como un estúpido aunque quizás hablaba con normalidad, dios Ewan ser tan perfecto no es bueno, y ahora te estas colapsando…

- Me ha gustado mucho conocerte, Val.

Ahora si me había saturado, Houston tenemos un problema, tenemos un problema, Ewan A. Destiny, uno de los personajes mas famosos de la Academia Hellfire se acaba de calapsar entre sus pensamientos, dios espero que no lo note, pero yo me siento como una maquina cuando expulsa humo… esos eran mis pensamientos en ese momento.

Estos últimos acontecimientos me habían hecho olvidar todo lo que había pasado esta tarde, (la ilusión del espantapáros, el desfallecimiento de Ewan, la descarga posterior...). Sin duda, esta maravillosa lluvia de flores lo superaba todo. Seguí riendo mientras estuve abrazada a Ewan, pero después me serené y me aparté, sin llegar a confirmarle si me gustaba o no, aunque era evidente que sí.

-Me alegra haber sido la primera en ver este tipo de ilusiones o vórtice o como lo hayas llamado, pero... -miré algo preocupada a mi alrededor-, ¿qué va a pasar ahora con las flores? ¿Fue una ilusión y todavia siguen en el suelo o en serio las has... quitado todas? -pregunté con voz quebrada. Me hizo sentir una punzada de culpabilidad que hubiera hecho eso solo para animarme. Era el motivo por el cual trabajaba en el invernadero, y ahora no quedaría nada, pues todas se acumulaban a mis pies, haciendo un pequeño manto de flores de colores que irremediablemente, estabamos pisando.

Levanté la mirada para esperar su respuesta y parecía que algo iba mal. ¿De nuevo se iba a desmayar? -¿Ewan, estás bien? -No quería que volviera a repetirse de nuevo el mal momento que habíamos pasado hace un rato, aunque hubiera servido para despertar mi magia perdida según Ewan. Decididamente lo empujé hacia atrás dirigiendolo hacia el pequeño banco por temor a que se cayera y se golpeara en un mal sitio.

Me había saturado por completo, pero cuando me di cuenta ella ya me habia recostado en un banco para que me sentase, por su rostro adivinaba que estaba preocupada por algo, quizas, por algo que tuviese en mente, asi que me esforce en no parecer estar mal, me recupere medio, medio y sonreí de nuevo mientras tomaba su mano unos segundos diciendole:

- Estoy bien, solo se me ha ido un poco los pensamientos, me saturo con facilidad.

Dicho esto sonreí de nuevo y me quede mirando todas las flores que habían al alrededor, un verdadero estripicio, pero no importaba si eso habia hecho feliz a Val, respecto a las flores las mire de nuevo todas al suelo, diciendo:

- No te preocupes por las flores, eso se puede arreglar con magia, tengo entendido que hay una magia que permite volver las cosas a su estado normal, solo tengo de encontrar a esa persona y problema solucionado, no olvides que soy el Presidente del Consejo de Estudiantes, y tengo acceso a toda la información, bueno de ti no había nada sobre tu magia perdida, pero despues de lo que has hecho por mi, he decidido que no añadire nada sobre tu magia, sera nuestro secreto.

Dicho esto le guiñe el ojo y mire hacía el cielo mientras decia en voz alta, mas bien era un pensamiento en voz alta:

- Me gusta el cielo... no se porque pero megusta...

Me dejó que lo acercara hasta el banco fácilmente. Le hice sentarse y me agaché para quedar a su altura y ver si estaba bien. Intentó sonreir y me dio la impresión de que no acabaría como antes medio muerto en el suelo. Así que suspiré y tras decirme que "se había saturado" le dije, -Me has asustado, ¡eh! Pensaba que iba a pasar lo mismo de antes.

Luego apartó su mirada de mí hacia atrás donde estaban todas las flores y escuché como decía que eso lo arreglaría facilmente con sus contactos. No pude evitar poner los ojos en blanco. -De acuerdo, Mr President, ya he entendido que tienes poder suficiente para eso y más -dije con un tono cansino, pero luego lo cambié rápidamente al decir-, pero gracias por no añadir información de mi magia de... electricidad o como se diga -añadí una sonrisa.

Seguí su mirada cuando echó la cabeza hacia atrás, esperando que hubiera algo que ver en el techo, pero no. Sólo se veía parcialmente el cielo, debido al plástico que difuminaba un poco el exterior. Me reí y dije -Seguro que si lo ves sin el plástico del invernadero entre medias te gusta más.

Me puse de pie de nuevo, pues empezaba a cansarseme los pies de estar agachada y suspiré pesadamente. Vaya una tarde llena de sorpresas he pasado, pensé.

Se puso de nuevo de pie y la vi suspirar, no se si eso era bueno o malo, pero el caso es que antes de levantarse ella hablo, primero parecía asustada en cuando me sature, pensaba que me pasaría algo de nuevo, pero eso no era el caso, no obstante luego la vi medio cansada, quizás era mi tono prepotente de mostrar poder ante los demás, en ese caso era Val.

- De nada, ahora somos amigos así que guardare tu secreto, como muchos demás.

Después de eso sonreí y respecto a lo que me dijo de mirar al cielo, baje la mira hacía ella mostrándole una amplia sonrisa resplandeciente, para acto seguido mirar de nuevo hacía el cielo pensando en el poco tiempo que me quedaba de vida, iba a morir a los 22 años, ¿Qué triste no?, cualquier momento podría llegarme la hora, y aunque tenia miedo a ese momento me quede mirando al cielo, supuestamente donde iria, pero ya tenia mas que fijo que iria al infierno…

- Val, que crees que habrá en el cielo?

De la forma que se lo pregunte, pensaba que ella entendería como el universo, planetas, estrellas, constelaciones, cometas, meteoritos, osea que pensaría que solo era una excéntrica pregunta de un político, pero aunque en realidad mi pregunta iba por el camino de las creencias y la fe.